Las altas temperaturas que se están registrando este invierno han favorecido la proliferación de las plagas de oruga procesionaria, con el consiguiente riesgo para la salud humana y en especial para los perros, para los que puede ser mortal. Por ello, el Área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Salobreña ha activado un plan especial para su control y atajar el problema en la medida de lo posible.
A través de la empresa Sanisur se está llevando a cabo una desinfección del principal foco de esta plaga, que se encuentran en los pinos, donde la procesionaria construye sus nidos. Estos serán retirados manualmente, tras lo cual se procederá a su quema y se inyectará un insecticida en los árboles que evite una nueva propagación. En algunos ejemplares se colocarán trampas que consisten en aros que rodean el tronco y terminan atrapando a las orugas.
La actuación ha comenzado en el Paseo de las Flores, donde ya se han visto orugas en el suelo, y continuará en Lobres, el Gambullón, la Casa Roja y la subida y entorno del cementerio.
Luis Cano, concejal de Parques y Jardines, ha pedido precaución a los vecinos, ya que la procesionaria “es bastante venenosa”. Afirma que “el riesgo está al tocarlas, puesto que sus pelos urticantes son como dardos envenenados”. En el caso de los perros, si olisquean o lamen a una de estas orugas deben ser llevados urgentemente al veterinario, pues podría acarrarles la muerte.
