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El Hotel Salobreña se ve obligado a cerrar sus puertas por primera vez en 25 años

· Pese a su vocación de abrir durante todo el año, lo hace debido la falta de clientes derivada del estado de alarma, aunque espera reabrir el día 23 de este mes.

Clientes en la recepción del hotel. // Archivo

Por primera vez en 25 años el Hotel Salobreña, principal referente del municipio en materia de alojamiento, ha tenido que cerrar sus puertas. Y lo ha hecho obligado por la situación, teniendo en cuenta el escaso flujo de clientes motivado por la crisis sanitaria. Sin embargo, el establecimiento está dispuesto a reabrir en cuanto sea posible, y espera que así sea para el puente de la Inmaculada.

El cierre perimetral de los municipios redujo al mínimo el movimiento de clientes en el hotel salobreñero, quedando vacío el viernes 6 de noviembre. El lunes 9 retomó la actividad con apenas dos pasajeros hasta que estos dejaron el hotel, cuando decidió entonces cerrar sus puertas entendiendo que era obligado al no ser una actividad esencial.

La idea es mantener el cierre hasta el día 23, y si a partir de ese día hay posibilidad de trabajar, el Hotel reabrirá sus puertas. Su esperanza es poder recibir a grupos de cara al puente de la Inmaculada, para lo cual ya se están recibiendo consultas, y poder trabajar también en las fechas navideñas.

Manuel Martín, director del Hotel Salobreña, señala que la tramitación de los ERTEs es bastante fluida, de modo que tienen la posibilidad de contar con trabajadores de forma inmediata en el momento en que surja la necesidad.

El movimiento en los establecimientos hoteleros en general, y de la Costa en particular, es muy escaso tras el cierre perimetral de los municipios granadinos. Sin embargo, hay quienes buscan alojamiento por motivos laborales, por ejemplo representantes que llegan para visitar al pequeño o al gran comercio. Para este mes de noviembre había previstas en el Hotel Salobreña varias reuniones de parroquias, que han terminado cancelando sus reservas. Si bien hace algunas décadas el establecimiento cerraba algunos inviernos, desde hacía 25 años que abría de forma ininterrumpida para dar cabida a un turismo que, pese a la época del año, puede disfrutar de la agradable climatología que ofrece la Costa Tropical. Así lo afirma Manuel Martín, quien destaca que “nuestra vocación es estar abiertos todo el año”.