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Supervivientes rememoran en Salobreña el horror de la Desbandá a su paso por la Costa granadina

Más de 400 marchadores han participado este domingo en el acto conmemorativo en la desembocadura del Guadalfeo, donde han sido recibidos por la concejal de Memoria Histórica Belén Sánchez.

Llegada de la Marcha al puente del Guadalfeo.

Si es importante el aumento de la participación año tras año en las marchas por La Desbandá, más lo es, si cabe, el testimonio de los supervivientes que acuden al lugar de memoria ubicado en la desembocadura del Guadalfeo de Salobreña para narrar el horror vivido en aquellos terribles días de febrero de 1937, cuando miles de personas, mujeres, niños y ancianos entre ellas emprendieron la marcha a pie desde Málaga huyendo de los golpistas y de las soflamas amenazantes que el general Queipo de Llano lanzaba por la radio desde Sevilla.

La 14ª marcha por la Costa y 4ª Marcha integral por la Desbandá, organizadas por la asociación del mismo nombre y los colectivos memorialistas Verdad, Justicia y Reparación y 14 de Abril por la recuperación de la memoria de la Costa Tropical, sigue cumpliendo sus objetivos, que según sus organizadores pasan por que cada año se incorporen más personas a recorrer la carretera nacional 340 entre Málaga y Almería y sus etapas intermedias. Ayer domingo fueron más de 400 las que caminaron entre Almuñécar y Salobreña para participar en el acto central del lugar de memoria en la punta del río. Así lo dijo Rafael Morales, quien destacó el apoyo de más de 35 asociaciones memorialistas y organizaciones sociales, así como el aumento de la participación en los actos organizados, pasando de 2.000 personas el año pasado a más de 3.000 en esta edición. Este año, además, se han colocado hitos con flechas indicativas a lo largo del recorrido. Morales recordó que aquel febrero del 37 ya había en Málaga más de 100.000 refugiados llegados de distintos puntos de Andalucía y que este año se ha recordado con dos marchas más que se han incorporado, una entre Fuentes de Andalucía y Marchena y otra entre Málaga y El Cuervo.

«Es un orgullo ver aquí a más de 400 personas», dijo Belén Sánchez en el recibimiento a los participantes, para mostrar después su agradecimiento a las organizaciones convocantes por que tamaña masacre no quede en el olvido. La edil de Memoria Histórica de la Villa expresó además el apoyo del Ayuntamiento a este evento.


Momento de una de las lecturas.

Fátima Gómez resaltó la creación por primera vez en la Diputación Provincial del área de Memoria Histórica y democrática que ella misma preside y anunció la puesta en marcha de acciones que contribuyan a ella. Calificó a La Desbandá como la mayor masacre de la Guerra civil. «Tenemos que ser capaces de contar la verdad que hasta ahora otros nos han ocultado», concluyó la diputada.

Paul Duprée, del grupo Izquierda europea, que agrupa a 46 partidos manifestó sus críticas al Parlamento europeo, del que forma parte, por equiparar comunismo y fascismo y no incluir entre estos últimos al régimen franquista en su resolución de septiembre del año pasado. Duprée alertó sobre los grupos de ultraderecha «que desestabilizan y crean pobreza y el temor de la gente proponiendo falsas soluciones» y pidió a los gobiernos que cumplan las convenciones internacionales y las resoluciones de Naciones Unidas.

Por Izquierda Unida, su coordinador andaluz, Toni Valero, criticó que se considere un acto de rebeldía reivindicar la memoria mientras quienes alentaban la masacre siguen enterrados con todos los honores. «Nos seguiremos rebelando mientras los gobiernos no cumplan la ley para sacar del olvido elsufrimiento», dijo y apeló a los jóvenes para que cintinúen con esta labor «ante una democracia frágil que se levantó desde el olvido», denunció. «Hagamos comunidad frente al odio y el miedo», concluyó Valero.


Pancarta que ha encabezado la Marcha.

«HABÍA MUERTOS POR TODAS PARTES»

Tres supervivientes contaron sus recuerdos o aquellos que les dejaron sus familias que les llevaron consigo en aquella huida de hace 83 años. Esa es la edad de Manuel Criado, de Rincón de la Victoria, en Málaga, cuya madre perdió la leche con la que le iba amamantando ante el horror de las bombas y los muertos que se encontraban y que cubrían con piedras.

Carmen López Iglesias, de Salobreña, tuvo que huir con sus cuatro hermanos, su madre, con otro en camino y su padre, represaliado porque repartía la prensa republicana al ser el cartero del pueblo. La familia partió con lo puesto y poco más.

Inocencia Arquero es de MOtril, Desde allí huyeron toda la familia en dirección a Almería, pero en Carchuna tuvieron que refugiarse en un campo de palmitos porque los aviones no paraban de disparar. Cuando se fueron dejaron un terrible panorama de muertos en el Llano.

De allí siguieron a Castell y después a Aguadulce, donde permanecieron hasta que en camionetas los trasladaron a Almería. Allí fueron tres años de casa en casa huyendo de los barcos y la aviación de los nazis alemanes y los fascistas italianos, aliados de las tropas franquistas. «Causaron grandes destrozos e injusticias», repite Inocencia lo que le contaron sus padres.

El acto en la desembocadura del Guadalfeo concluyó con la lectura de un manifiesto de las asociaciones organizadoras, que leyó Miguel Angel Romero, de la Asociación 14 de Abril

A través del manifiesto, los organizadores del acto han reiterado su petición al gobierno de la nación de que elabore un censo real de víctimas de la Desbandá, así como que se cree una comisión de la verdad para investigar estos hechos.

Tras el acto, los participantes compartieron una comida de convivencia en el espacio conocido como 18 nudos, mientras que los marchadores han pernoctado en el Polideportivo de la Villa para continuar hoy lunes su marcha hasta Carchuna, Castell de Ferro y continuar por la vecina provincia hasta concluir en la capital almeriense.