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Salobreña ha celebrado este fin de semana el pregón de su Semana Santa

Francisco José Nocete mezcló exaltación religiosa y denuncia social y política en el acto que se celebró el pasado sábado en el Auditorio.

 

Un momento del Pregón. / Foto: Salobreña Pasión Cofrade.

 

El Auditorio de la Villa se llenó un año más para acoger la lectura del Pregón de la Semana Santa, responsabilidad que en esta ocasión ha recaído en Francisco José Nocete Correa, un salobreñero que por razones laborales reside lejos de la Villa, aunque desde los primeros compases del mismo demostró que no ha olvidado su infancia por el Albaicín, ni el punto de partida de su sentimiento cofrade en aquellos años adolescentes cuando ya disfrutaba de la Semana Santa desde una ventana de la Calle Estación.

 

El acto había comenzado con el concierto de marchas procesionales a cargo de la Banda Municipal de Música de Salobreña, que estaba prácticamente al completo, aunque sin su director titular por problemas de salud. La Agrupación de Cofradías le deseó pronta mejoría y la banda por boca de su director sustituto, Victoriano Sánchez, dedicó a Pepe Pareja el recital al completo. Por su parte, Luis Gerardo Arnedo, amigo de la infancia, actuó de presentador del pregonero.

 

Francisco José Nocete, doctor en Derecho y profesor de Derecho Tributario y Financiero en la Universidad de Castilla-La Mancha, dedicó la primera parte de su disertación a recordar sus comienzos en la Semana Santa hasta que entró como costalero del Cristo del Perdón, cofradía en la que lleva 20 años. Destacó las singularidades de la Semana Santa salobreñera, señalando que prefiere la autenticidad de la Andalucía profunda a los vuelos de otros lugares desde donde se quiere homogeneizar esta festividad. Y comenzó su recorrido en el Domingo de Ramos. “Desde que se ven las primeras palmas por las calles hay algo que nos golpea el pecho, que marca el comienzo de todo cada año”.

 

El pregonero unió la exaltación religiosa a la denuncia social y política al establecer similitudes en pasajes de la delación y sentencia de Jesús con la corrupción que existe en la actualidad. Y asumió una cierta deformación profesional al comparar los falsos cargos imputados a Jesús por Poncio Pilatos, quien a pesar de saber que era inocente prefiere seguir la farsa para no perder sus privilegios. “El mismo estereotipo que hoy se presenta entre gobernantes, legisladores y juristas que justifican que una decrépita plebe con puñetas blancas imponga desde Estrasburgo la liberación de tanto barrabás que vuelve a andar suelto por nuestras calles gracias a la necedad de quienes son incapaces de usar el derecho para hacer algo de justicia”, dijo textualmente.

 

Las comparaciones se sucedieron entre aquellos hechos y situaciones actuales hasta que Pilatos entrega a Jesucristo al pueblo, liberando a cambio a un ladrón.

 

Nocete hace desde aquí un rápido recorrido por las figuras que representan la pasión y muerte de Cristo, incluyen do a la Virgen en sus diferentes advocaciones, llegando llegar al sábado, día que la última procesión recorre las calles de la Villa.