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Salobreña acoge este jueves una Jornada de Inicio al Cultivo Ecológico

La actividad ahondará también en la agroecología, una vertiente que tiene en cuenta también los factores medioambiental y social.

Chirimoyas, uno de los frutos típicos de la Costa.

La agricultura ecológica es una actividad que continúa en franco crecimiento, pero que aún tiene mucho recorrido para alcanzar a la tradicional. Pero esta actividad tiene una vertiente aún más novedosa, la agroecología, que añade a esta forma de producción natural las dimensiones ambiental y social.

Para ahondar en estos tipos de agricultura, mañana se desarrolla en Salobreña una Jornada de Inicio al Cultivo Ecológico, que tendrá lugar en el Ayuntamiento de la Villa organizada por el propio Consistorio, la Diputación de Granada y la Federación Andaluza de Cooperativas Agrícolas. El encargado de impartirla es Antonio Jesús Aguilar Mejías, especialista en la materia e integrante de la Asociación Agroecológica Puentes del Genil.

La agricultura ecológica, también llamada orgánica o biológica, persigue la producción de alimentos saludables, libres de pesticidas y tratamientos con productos fitosanitarios de origen químico. Es una actividad que va ganando terreno en el comercio, fundamentalmente en el conjunto de Europa, mientras que “en España ese crecimiento va más lento, si bien en la última década está experimentando un auge”, explica Aguilar Mejías, y añade que este tipo de agricultura está ya muy canalizada a través de las grandes distribuidoras de alimentos, cinco de las cuales acaparan el 80 por ciento de nuestro consumo de alimentación.

Pero dentro de la agricultura ecológica existe otra vertiente que es la agroecología, que supone “un paso cualitativo en relación a la agricultura ecológica”, en cuanto que incorpora los puntos de vista social y ambiental. Como ejemplo de este último, señala Aguilar, la agricultura ecológica llega desde otros países como China o Brasil, lo que conlleva altos costes en cuanto a consumo de CO2 durante el proceso de transporte y refrigeración del producto, que “pagamos con el calentamiento del planeta”. Por el contrario, la agroecología se centra en una relocalización de la economía y en la apuesta por los mercados locales. Aguilar señala que, puesto que contamos con potencial natural y humano, habría que relocalizar determinados productos.

Desde el punto de vista social, este agricultor que desarrolla su actividad en la Vega de Granada destaca el caso de empresas que se expanden a otros países donde la mano de obra es más barata, como Marruecos, y en la Costa Tropical existen varios ejemplos. Ello supone que “socialmente nos estamos precarizando y haciendo un mundo injusto”, según el experto.

Uno de los problemas que presenta la agricultura ecológica es su elevado coste en el mercado, que no se corresponde con el de producción, por lo que el principal reto sería mejorar la distribución, tratando de llegar de forma directa al consumidor final “evitando intermediarios”.

En este caso, los costes de producción son incrementados mínimamente “para que el agricultor pueda vivir dignamente”, indica Aguilar, y aclara que ello significa “que sueñan con ser mileuristas”.

Explica que en la Vega de Granada se cultivan una treintena de productos agroecológicos, y en su gran mayoría los precios máximos son de 1,5 euros el kilo, salvo alguna excepción como las habichuelas, que requieren mucha mano de obra. Por tanto, los precios “están en línea con la agricultura convencional”, y por tanto asegura que los precios en el mercado “se inflan artificialmente” y que “la agroecología elimina especuladores e intermediarios”.

El experto va más allá y afirma que esta agricultura “es la única que se va a poder hacer, porque las emisiones de CO2 se están disparando y las previsiones del Panel Intergubernamental hablan de que el objetivo de 2 grados de subida de la temperatura no va a ser factible”. Señala que la agricultura industrial “agota, extrae, y esquilma tierra fértil, además de envenenar los acuíferos”, por lo que se muestra convencido de que “no va a ser posible hacer otra agricultura”.