Es uno de los servicios que se ha podido poner en marcha tras alcanzar la fase 3 del desconfinamiento, aunque lo hace al 50 por ciento de su aforo.
Hoy han reabierto sus puertas los centros de mayores de Salobreña, Lobres y La Caleta, tras su cierre con motivo del estado de alarma. Dado que se trata de uno de los colectivos más vulnerables, se han tenido que establecer una serie de pautas de actuación fijadas por la autoridad sanitaria.
Este es uno de los servicios que se ha podido poner en marcha tras alcanzar la fase 3 del desconfinamiento, aunque lo hace al 50 por ciento de su aforo. Será el personal de servicio el que controle el número de personas que accedan al interior de los centros, y cuando se complete el máximo permitido se limitará el acceso.
Desde el Área de Bienestar Social se ha dispuesto la colocación de carteles informativos con indicaciones del sentido de entrada y salida y las recomendaciones a seguir. Asimismo, se ha variado el horario de funcionamiento, ya que las cafeterías, que antes abrían mañana y tarde, ahora solo podrán hacerlo de 10 a 14 horas, de lunes a sábados. En cuanto a las peluquerías, funcionarán esos mismos días y horarios, pero con cita previa.
En lo que respecta a la atención al público por parte de la coordinadora de los centros, también será con cita previa. En el hogar de Salobreña será los martes y jueves de 17 a 19 horas y los viernes de 11 a 13; en Lobres se realizará los lunes de 17 a 18 horas; y en La Caleta los miércoles, también de 17 a 18.
En lo referente a los talleres, se dispone de todo el verano para preparar su inicio intentando extremar todas las medidas de seguridad sanitaria. La concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Salobreña, María José García, cree que los mayores del municipio están muy concienciados, y hace un llamamiento al colectivo a ser responsable y a comprender que todas estas medidas son por su bien.
García señala que en esta reapertura habrá que estar muy pendientes de la limpieza general y desinfección de los espacios, especialmente de la cafetería, la peluquería y los despachos de trabajo. También se debe dotar de equipamientos de protección tanto a los trabajadores de los centros como a los usuarios. Pero lo más importante, destaca la edil, es evitar la formación de corros y aglomeraciones, y facilitar a los mayores los itinerarios seguros tanto a la entrada como a la salida de los edificios.
