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Reabre sus puertas el pub Studio JA de Salobreña

Este local, en funcionamiento desde abril de 1982, es un referente del ocio nocturno en Salobreña tras casi cuarenta años desde su apertura y también de la cultura local.

Pub Studio JA.

El establecimiento de ocio nocturno más antiguo de Salobreña, Studio JA, reabre hoy sus puertas tras un mes cerrado. Este emblemático pub, que se ha convertido en referente local tras 37 años de actividad, conserva en buena medida el estilo original de los años de su apertura a comienzos de los ochenta, y a la vez deja patente una clara apuesta por la cultura.

La idea original era cerrar por vacaciones durante unos diez días, aunque la jornada en que estaba prevista la reapertura su propietario Mariano Navas sufrió un accidente doméstico que lo obligó a darse de baja y a prolongar el cierre durante otros veinte días.

El pub Studio JA está abierto desde abril de 1982, y si bien se han hecho reformas de mantenimiento, se conserva en gran medida su aspecto original, lo que le aporta un estilo retro que no se ve en otros locales de la comarca. De hecho, su decoración actual se basa en carteles de películas clásicas.

Una de las claves de que este local continúe adelante es su apuesta por la buena música de antaño y también su vinculación con la cultura.

Por solo poner un ejemplo, hace varios años albergó una tertulia literaria llamada ‘El barco de papel’, en la que eran habituales escritores como Martín Recuerda o Ladrón de Guevara, entre otros. Durante estas casi cuatro décadas han tenido lugar centenares de anécdotas, y también han sido muchos los personajes destacados que han pasado por el pub, como el pianista belga Wim Mertens, o actores como Ramón Rivero u Oscar Ladoire.

Este establecimiento fue fundado por dos cuñados de Mariano Navas, cuyos nombres son Juan y Antonio, y de ahí lo de ‘JA’. El actual propietario trabajaba allí algunos fines de semana mientras estudiaba Filología Hispánica en Granada, y su intención no era dedicarse a este negocio. Sus cuñados pretendían dejarlo, y le pidieron el favor de regentarlo durante uno o dos meses, que se terminaron extendiendo durante más de tres décadas. Pese a ello, puede practicar su profesión como docente ofreciendo clases de español para extranjeros en la Casa de la Cultura.