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Negocios diversos se preparan para abrir a partir del lunes 11 si entramos en la Fase 1 de la desescalada

Restaurantes, peluquerías, librerías o tiendas de ropa y regalos aseguran contar con todas las medidas de seguridad y protección para sus clientes.

Establecimientos comerciales en Avda. Federico García Lorca.

Aunque aún no está dicha la última palabra, que conoceremos este sábado por parte del gobierno de la nación, es probable que a partir del lunes 11 de mayo la provincia de Granada, y por lo tanto la Costa Tropical, entre en la Fase 1 de la desescalada según los periodos que se definieron en su día y que implicaría la posibilidad de abrir los negocios de menos de 400 metros cuadrados, ya sin necesidad de cita previa manteniendo ciertas condiciones y restricciones. Entre ellas, que no pueda estar en el interior más de un cliente por empleado o que se cumplan todas las medidas de protección, como mascarillas, guantes, gel desinfectante, etc, sin olvidar la necesidad de desinfectar el recinto completamente al menos dos veces al día.

Para el presidente de ACESA, asociación de comerciantes y empresarios de Salobreña, es muy importante para los negocios que decidan abrir a partir de este lunes cumplir con todas las medidas que marca la ordenanza porque de ello dependerá el buen fin de la desescalada. Pero son muchas dudas las que todavía a día de hoy plantean, ya que, reconoce Eduardo Navarro, las medidas se van poniendo en marcha casa cada día. De todas formas, no habrá problema, dice, con respecto a rescatar de los ERTEs a una parte de los empleados en aquellas empresas que por las restricciones tengan que abrir a medio gas.

Con todo, la intención mayoritaria es abrir, señala Navarro, quien cree que es una buena medida para activar la economía, aunque insiste en la necesidad de ser escrupuloso a la hora de cumplir las medidas necesarias para evitar un rebrote de la pandemia.

Sobre la posibilidad de que mañana sábado el gobierno decida que Granada no entre en Fase 1, considera que será éste quien tendrá que explicar también a los empresarios si se prorrogan los trámites hasta que ésta entre en funcionamiento.

Aunque el sector de la hostelería se ha mostrado bastante remiso a abrir por las restricciones en cuento al aforo de sus establecimientos, algunos, como el Verdejo, en la playa de Salobreña, están preparados para abrir la semana que viene, sólo terraza y con las reducciones estipuladas, afirma su propietario Daniel Romero.

Se podrá acceder a la carta a través de código QR, aunque se plantean también utilizar cartas desechables. En cuanto al horario, tendrán dos turnos de comida, mientras que por la noche estarán obligados a cerrar a las once, como el resto de negocios de esst tipo. Pero se muestra ilusionado porque han sido muchos los que han manifestado su deseo de acudir, e incluso ya cuenta con algunas reservas.

Algunas peluquerías ya llevan el rodaje de toda esta semana. En este gremio han notado especialmente la impaciencia de la clientela, que ha llenado sus establecimientos. La Peluquería Celia de Salobreña ya tiene citas para toda la semana que viene y más allá.

También las librerías han podido abrir esta semana, aunque la mayoría han preferido esperar a la próxima. Antonio Fuentes, de librería 1616 de Salobreña reconoce que tiene muchas ganas de abrir. Y lo hace con todas las medidas de seguridad y prevención

Su negocio tiene una superficie bastante amplia para que puedan permanecer varios clientes a la vez en el interior. Pero aclara que cumplirá todas las medidas de protección necesarias.

Especialmente complicado lo tienen las tiendas de ropa. Es el caso de Bratán. Pero su propietaria, Sabine Stoewer, se apresura a decir que no va a haber ningún problema porque han extremado las medidas de seguridad y desinfección para destruir al virus, vapor al altas temperaturas, cuarentena para prendas que se hayan probado los clientes y ozono desinfectante entre otras.

Hay otros negocios que, sin embargo, ha preferido esperar antes de abrir por la falta de rentabilidad. Es el caso general de los chiringuitos, entre ellos El Campano en la playa del Peñón, nos cuenta uno de sus propietarios, Antonio Pérez.