Entre los hitos destacados de este año 2024 que está por finalizar, el alcalde de Salobreña, Javier Ortega, ha puesto de relieve el inicio de los trabajos previos para la redacción del Plan Director del Casco Antiguo, un instrumento de planeamiento que entre otras cosas permitiría agilizar la concesión de licencias de obra en esta parte de la localidad. Así lo destacó en la entrevista mantenida el pasado viernes con Radio Salobreña, en la que se refirió a otros proyectos que conllevan además la compra de inmuebles por parte del Consistorio, entre ellos la Casa Grande, o una “semipeatonalización”.
Desde que en 2008 se declarara como BIC el entorno del castillo de Salobreña, la concesión de licencias de obra en el Casco Antiguo debe pasar por el tamiz de la Comisión Provincial de Patrimonio, dependiente de la Delegación de Cultura de la Junta en Granada. Ello ralentiza mucho su tramitación, según afirma el primer edil, quien considera el Plan Director como “un proyecto de vital importancia” para el núcleo histórico del municipio, pues sería el Ayuntamiento el que otorgue las licencias urbanísticas y no Cultura, lo que agilizaría el proceso.
Esta limitación en la concesión de licencias impide, por ejemplo, la demolición de viviendas muy antiguas, algunas en estado casi ruinoso. “La rigidez en la concesión de licencias por parte de Cultura impide que muchos jóvenes que quisieran vivir en el Casco Antiguo puedan hacerlo”, asevera Javier Ortega, quien sentencia que “esto hace que estemos matando de éxito a nuestro Casco Antiguo”.
Ya se han iniciado los trabajos previos de este Plan Director, que como cualquier instrumento de planeamiento conlleva un largo periodo de redacción y tramitación. De hecho, el alcalde se conforma con que en la presente legislatura se logre la aprobación provisional, lo que traería consigo una flexibilización en el otorgamiento de licencias, si bien seguirían estando a cargo de Cultura.
Durante este año se ha avanzado además en la adquisición de algunos inmuebles en el Casco Antiguo por parte del Ayuntamiento, pues carece de ellos para algunos cometidos que permitirían revitalizar la zona, según explica el regidor. Aunque aún no se ha concretado, se está a punto de ultimar la compra de dos edificios, uno de ellos la Casa Grande, y otra vivienda situada en la calle Brocal que es propiedad de la Iglesia.
En el pleno del próximo mes de enero se prevé incluir la desafectación como bien demanial de un solar dotacional que tiene el Consistorio en la playa para permutarlo por la Casa Grande, donde se pretenden impartir distintas disciplinas o instalar el Centro de Estudios Locales. También se la pretende dotar de contenido museístico y ponerla en valor en sí misma, pues vale recordar que se sitúa sobre la muralla de la antigua Puerta de la Villa. En cuanto al inmueble de la calle Brocal, la idea es dejar un espacio diáfano y crear un mirador.
Otro de los grandes proyectos para el Casco Antiguo tiene que ver con una “semipeatonalización”, y en ese sentido ya se están instalando unas cámaras que, según Ortega, no tienen afán recaudatorio, sino de regulación del tráfico de vehículos en la zona, que se limitará a residentes y propietarios de negocios, junto a otras excepciones. En cuanto a las personas que no viven en el núcleo histórico, su acceso se restringirá por un tiempo determinado. Todo ello se complementará con la implantación del nuevo servicio de transporte urbano que está en proceso de elaboración de sus pliegos.
En lo que respecta a las cámaras, Ortega señala que se explicará a los vecinos, barrio por barrio, sobre su funcionamiento, a la vez que se trabaja en la ordenanza que lo regirá. Todo ello, junto al nuevo servicio de transporte, el alcalde espera que estén operativos para la temporada estival.
