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Más de 300 vecinos vuelven a protestar contra la subida del IBI

Los participantes en esta segunda cacerolada han reunido 1.600 firmas que han presentado en el Ayuntamiento. Al no poder acceder a su interior, se han desplazado a la entrada de la Villa donde han cortado el tráfico.

 

Los vecinos se dirigen a la entrada de Salobreña, lugar donde han cortado el tráfico. Foto: Manuel Bacas

 

La lluvia no ha sido un obstáculo en el segundo día de protestas ciudadanas contra la subida del IBI. Y a pesar de que ésta ha arreciado precisamente a partir de las once de la mañana, hora de la cita, han sido cientos las personas que se han concentrado a las puertas del Ayuntamiento, una vez más haciendo sonar cacerolas y todo tipo de artilugios, cencerros incluidos, aunque hoy lo que más se ha prodigado entre los manifestantes han sido los silbatos.

 

Cuando a las once de la mañana han intentado acceder al interior de la Casa Consistorial, agentes de la Policía Local y Guardia Civil en número superior a la quincena, se lo han impedido, por lo que la pitada se ha producido justo a la puerta del edificio y a lo largo de los soportales. Ello no ha quitado para que protestaran ante la negativa a dejarles entrar, con argumentos como que el Ayuntamiento es de todos, que los concentrados eran vecinos del pueblo y que estaban protestando de forma pacífica. Paralelamente una delegación de los manifestantes, compuesta por un vecino y los portavoces de IU y PP se han reunido fugazmente con el alcalde a quien han transmitido una vez más los motivos de la protesta, anunciándole que la mantendrán mientras la subida del 40% del IBI no sea retirada.

 

Mientras tanto, algunos de los concentrados se han ido sumando a la recogida de firmas contra esta medida, que han ido plasmando en varios folios que luego han presentado en el registro municipal en número superior a las 1.600. Tres de los manifestantes han sido los que se encargaron de ello.

 

Y al mismo tiempo se ha abierto otro frente. Eran las once y media de la mañana cuando parecía que se iba a disolver la manifestación, aunque en realidad lo que han hecho el grueso de los concentrados ha sido trasladarse hasta la entrada de Salobreña por la Pontanilla, ocupando el acceso principal al pueblo durante varios minutos y provocando que no pudieran entrar los vehículos que querían hacerlo en esos momentos a la Villa. Una pareja de la Policía Local se encargó de desviar el tráfico rodado a la altura de la plaza de Goya, mientras que otros agentes locales, acompañados por guardias civiles han invitado a los manifestantes a dejar expedita la vía, lo que hicieron tras unos veinte minutos de concentración ruidosa para trasladarse de nuevo a las puertas del ayuntamiento donde continuó otra media hora más la pitada.

 

Entre los vecinos concentrados se encontraban concejales de los grupos de la oposición en el Ayuntamiento y militantes de todos los partidos, además de miembros de distintas asociaciones del municipio, alguna de las cuales ya han venido dejando claro su rechazo a la subida, como los Comerciantes de Salobreña y de la Playa, Hoteleros o vecinos del Casco Antiguo.

 

Por su parte, el alcalde ha señalado que tras las reuniones llevadas a cabo a lo largo de la semana con grupos políticos y otros colectivos han tomado nota de las propuestas presentadas por unos y otros, para concluir que el objetivo de su equipo de gobierno pasa por rebajar en lo posible el impuesto a los ciudadanos.

 

Ha dicho Gonzalo Fernández que siguen con las reuniones a fin de dar respuesta a los problemas económicos que han creado otros, en referencia a la anterior corporación popular, para añadir que el proceso ahora pasa por esperar a que se cumpla el plazo de exposición pública de un mes para que todos los colectivos y particulares que lo deseen puedan presentar alegaciones. Será en el ese pleno donde se decida lo que se haya de hacer, ha manifestado, quien ha reiterado que su gobierno no aceptará imposiciones ni chantajes, para añadir que algunas de las propuestas presentadas por la oposición son irreales, como el montante que el gobierno central adeuda por expropiaciones de la autovía, que no suman un millón, sino 560.000 euros, o los dos millones que debe Aguas y Servicios, lo que tampoco es cierto. Y en cuanto a la renovación de la concesión a la baja si se leva a cabo tendrá que ser una medida conjunta de la Mancomunidad.

 

Lo que considera que debe quedar claro es que hay que pagar la deuda, aunque en su declaración ha reiterado una vez más que lo que mueve a su equipo de gobierno es trabajar para crear las condiciones necesarias que generen empleo y en arbitrar ayudas para los más desfavorecidos. Por eso ha defendido el plan de empleo ya presentado y ha insistido en que se están buscando las soluciones alternativas que palien la subida de impuestos. Ha reconocido el derecho de los vecinos a protestar, para a renglón seguido asegurar que no existen fórmulas ni varitas mágicas y decir que las posibles soluciones las tienen que poner sobre la mesa quienes han salido elegidos por el pueblo.

Por último ha expresado su extrañeza en que la delegación de vecinos que se ha entrevistado con él para manifestarle sus reivindicaciones estuviera compuesto por los portavoces de IU y PP y un ciudadano con ciertas connotaciones políticas.