El cambio de temporada es un buen momento para donar la que ya no se utiliza a entidades benéficas como Cáritas. Los contenedores de la vía pública permiten también su comercialización o reciclaje.
Contenedor de ropa usada ubicado en la avenida Federico García Lorca.
La temporada otoño-invierno ya está en marcha, por lo que llega el momento de hacer cambio de armario. La ropa ligera de primavera-verano deja su lugar a la de abrigo de la nueva época, y muchas prendas que ya no se utilizarán pueden tener un fin solidario. Lo mismo ocurre con el calzado.
En los tiempos actuales ya se mira más por la ropa de los últimos años con el fin seguir utilizándola, o de arreglar aquellas prendas que así lo requieran. Pero siempre hay algunas que se descartan y que se pueden reaprovechar de distintas formas, bien entregándosela a familiares o donándolas a personas que lo necesiten. Cáritas es una de las instituciones a través de la que se pueden canalizar esas donaciones, pues se encarga de repartir entre los más necesitados la ropa que se recoge.
A través de la Parroquia de Salobreña, Cáritas reúne la ropa y calzado donado, aunque respecto a la vestimenta pide que sea solo de niño o de bebé, tal y como ha explicado a Radio Salobreña Jorge Nieto, el párroco de la Villa.
En materia de calzado, Cáritas Salobreña sí recoge para todas las edades, tanto de niños como de adultos. Los enseres que son requeridos se entregan a vecinos de la localidad, y lo que no es recogido por una furgoneta de la entidad en Granada, que se encarga de buscarle un destino entre quienes la necesiten. Previamente es limpiada y lavada, y arreglada si es necesario. Otras veces la ropa se vende al peso, y el dinero reunido se destina a otras actividades solidarias.
Otra alternativa para aprovechar la ropa y calzado que ya no se utilizará más es depositarla en los contenedores específicos situados en la vía pública. En Salobreña podemos ver varios como los situados junto a la Iglesia, frente a la Casa de la Cultura o en la calle Rosario, entre otros puntos. Son contenedores de color verde que pertenecen a la empresa East West Productos Textiles. Cristina Romero, una de sus responsables, ha señalado a nuestra emisora que esos contenedores se recogen todas las semanas y su contenido es trasladado a una central que la empresa posee en Granada, una de las cuatro que cuenta en el territorio nacional y en las que se procesa el contenido de los cerca de 3.000 contenedores que tiene repartidos por toda España.
Según Romero, la ropa se vende a precios muy reducidos a las personas más desfavorecidas, y las ganancias generan un beneficio a esta empresa que emplea a 55 trabajadores en toda España. En cuanto a la vestimenta que ya no admite un segundo uso como tal, su material es reciclado para la confección de artículos como trapos de limpieza, fregonas o rellenos de colchones.
En definitiva, todo artículo textil o de calzado es susceptible de reutilizarse, de forma que la donación es una buena alternativa para deshacerse de la ropa que, bien por cambio de temporada o bien por antigüedad, es descartada y ocupa espacio innecesariamente en armarios o baúles.
