La costumbre en la Villa es recibir el nuevo año con reuniones familiares o acudiendo a cenas y cotillones, pero no sin antes tomarse las doce uvas para recibir el 2014.
Con la festividad de Nochevieja que se celebra mañana tendrán lugar una serie de tradiciones, como reunirse a cenar en familia para esperar la llegada del nuevo año; comer las doce uvas al ritmo de las campanadas; y luego celebrarlo con amigos y familiares, ya sea en pubs o discotecas o en salones privados, sin que falte la popular ropa interior de color roja. Algunos optarán por las cenas espectáculo organizadas en hoteles o restaurantes, o por acudir a algún cotillón después de la medianoche.
Uno de los establecimientos que organiza estos eventos en nuestro municipio cada fin de año es el Hotel Salobreña, para el que se esperan más de 200 personas, y para el que el aforo está casi completo.
Pero no sólo los cotillones albergarán a quienes deseen divertirse, ya que muchos optarán por quedarse celebrando en sus casas o asistir a pubs y discotecas, tanto de Salobreña como de otras localidades, como Almuñécar y Motril.
Si algo no puede faltar en una noche como la de hoy son las tradicionales uvas, que se comerán una a una hasta completar la docena coincidiendo con las doce campanadas que marcarán la entrada del año 2014. En este sentido, muchas personas son previsoras y desde varios días antes ya las tienen compradas; mientras que otros lo dejan para último momento, y en ocasiones se encuentran con problemas para poder cumplir con la tradición. Lo que está claro es que la demanda de uvas se eleva notablemente, al igual que su precio a medida que se acerca la noche del 31, y las fruterías de Salobreña están vendiendo prácticamente toda la mercancía que disponen.
Otros comercios que también tienen una intensa tarea en estos días son las lencerías, que venden gran cantidad de prendas de ropa interior de color rojo. Otra de las tradiciones de esta fecha dice que hay que recibir el nuevo año con ropa interior de ese color, y que además debe ser regalada. Al parecer los salobreñeros siguen mayoritariamente esa tradición, pues han sido muchas y muy variadas las prendas vendidas.
En definitiva, se trata de tradiciones que cada año los vecinos de Salobreña no quieren dejar pasar, siempre con el objetivo final de recibir al nuevo año de la mejor manera para que se cumplan todos los buenos deseos.
