· La renovación de los consejos escolares llegará a su fin el 6 de noviembre. La nueva Lomce limita el poder de decisión de este órgano, cuestión que ha sido analizada en el debate de Radio Salobreña.
El proceso de renovación de los consejos escolares de los centros educativos andaluces, que tiene lugar cada dos años, se encuentra en marcha desde el pasado 24 de septiembre, tras la constitución de la Junta Electoral, y llegará a su fin el 6 de noviembre, última jornada de elecciones. Hasta el día 18 de este mes está abierto el plazo de presentación de candidaturas, mientras que el 23 comienza la campaña electoral y los días 4, 5 y 6 son las votaciones. En la primera de estas jornadas votarán los padres y madres, el 5 lo hará el alumnado y el 6 el personal docente, administrativo y de servicios.
Ante esta renovación de los máximos órganos de participación en la comunidad educativa de cada centro, Radio Salobreña ha reunido en un debate a dos responsables de centros educativos de la Villa y a un integrante de un Consejo Escolar. Se trata de José Manuel Armada, director del Colegio Mayor Zaragoza; Aitor Lázpita, jefe de Estudios del IES Nazarí; y Leandro Romero, miembro del Consejo Escolar del Colegio Juan Ramón Jiménez.
Con la puesta en marcha de la Lomce, los consejos escolares han perdido representación a favor del director, quien ahora es el que tiene la última palabra. Antes este órgano tenía entre sus atribuciones aprobar y evaluar, y ahora solo conserva la de evaluar. Para Aitor Lázpita, jefe de Estudios del IES Nazarí, es vital la participación de las partes y “se nota mucho en la marcha del centro si no funciona el Consejo”.
Por su parte, el director del Colegio Mayor Zaragoza considera que los consejos escolares son “vitales”, pues significan un punto de encuentro entre todos aquellos están en el barco de la educación y es “crucial” llegar a un entendimiento. A su juicio, el equipo directivo de un centro conoce la visión total de la problemática, aunque la opinión de los padres y la del alumnado es importante. Entre las cuestiones sobre las que ya no tendría posibilidad de voto el Consejo se encuentra el Plan de Centro, que es el documento que rige todo lo que se haga en el establecimiento.
Los tres contertulios coinciden en que en la práctica todo seguirá igual y se seguirán aprobando los temas de forma democrática, aunque todo ello dependerá ahora del talante del director. Para Leandro Romero, sería recomendable que se siguieran al pie de la letra las recomendaciones de ese órgano para que las decisiones tengan mayor peso, y por ello anima a toda la comunidad educativa a que participe en las elecciones del Consejo Escolar. Afirma que “hay que tomárselo muy en serio, porque las decisiones que se toman o no se toman allí repercuten en la educación de nuestros hijos”, añadiendo que muchas familias “están al pie del cañón en todo lo que haga falta”, y que en su caso se ha involucrado por el interés de “saber cómo funcionan las cosas desde dentro”. Reconoce cierta dejadez, y explica por qué en su opinión no es elevada la participación de los padres.
José Manuel Armada explica que en el colegio que dirige el número de socios del AMPA ha crecido notablemente, pues se ha pasado de cuarenta el curso pasado a un centenar en el que acaba de iniciarse. Y explica que la participación es mayor entre los padres de los niños pequeños. Coincide Lázpita, señalando que “la participación de los padres es inversamente proporcional a la edad de los alumnos”, siendo escasa en los alumnos de Bachiller, y matiza que “si supieran la importancia que tiene su papel, participarían más”.
