La instalación de una grúa, con unas dimensiones superiores a las del arco de entrada, obliga a su retirada, que ya se está llevando a cabo. Esta grúa elevará los materiales desde al paseo hasta el Castillo.
Arco de entrada al Paseo de las Flores.
Ya están en marcha las obras de rehabilitación del Castillo, unas obras que tal como explican los arquitectos redactores del proyecto, conllevan una elevada complejidad técnica, entre otras cuestiones, debido al lugar donde se enclava la fortaleza y también por la dificultad de los accesos para hacer llegar los materiales necesarios para la ejecución del proyecto.
Por ello el primer paso, que ya se ha iniciado, es el desmontaje del arco de entrada al Paseo de las Flores ya que según los técnicos, es la única opción viable.
Y es que una vez descartado el acceso peatonal por el que entran los visitantes por ser imposible el tránsito de medios mecánicos, el proyecto plantea que el acceso de los materiales se hará mediante la instalación de una grúa que los subirá desde el punto más adecuado de aproximación, siendo este el Paseo de las Flores. Para su instalación, explican los expertos, es necesario contar con una grúa móvil o autogrúa cuyo brazo debe poder alcanzar el lugar de instalación de la grúa de la obra. Este medio mecánico tiene un peso de más de 50 toneladas y unas dimensiones superiores a las de dicho arco por lo que se hace imprescindible su retirada.
No obstante, y a pesar de que el arco no tiene ningún valor histórico ya que fue construido en 1970, la empresa adjudicataria y el Ayuntamiento están valorando la posibilidad de su reconstrucción una vez finalizadas las obras, debido al valor sentimental de los vecinos de la Villa, tal como indicaban hoy fuentes municipales.
Por ello se ha realizado un levantamiento planimétrico mediante una técnica fotogramétrica con una adecuada fiabilidad y precisión que garantiza la viabilidad de su reconstrucción fidedigna.
De todos modos, los informes de los investigadores desaconsejan volver a rehacerlo ya que, además de no cumplir las prescripciones legales en materia de patrimonio, supone una limitación tanto para futuras intervenciones de consolidación geológica de la roca, como en cuanto a la eliminación de barreras arquitectónicas en los accesos al Paseo.
