El firme de hormigón estará acabado y seco antes del inicio de la Semana Santa. Tampoco se reducirán las plazas de aparcamiento, pese a la creación de un mirador.
El concejal de Obras, Javier Ortega, junto a los obreros en la plaza de la Iglesia.
Ante la inquietud manifestada por las cofradías del municipio por la posible afección que las obras de la plaza de la Iglesia de Rosario pudieran tener en las procesiones de Semana Santa, el alcalde de Salobreña, Gonzalo Fernández Pulido, ha asegurado que no existe peligro alguno para el normal desarrollo de la festividad. El firme de hormigón estará acabado y seco para entonces, mientras que los trabajos se reanudarán después de la celebración.
La emblemática plaza del Casco Antiguo de Salobreña está siendo rehabilitada con el objetivo de acabar con las filtraciones de agua que afectan a la Bóveda -situada debajo de este espacio público-, además de mejorar el firme, el mobiliario urbano y la iluminación. Desde la Iglesia Nuestra Señora del Rosario parten seis de las siete procesiones que se realizan en Salobreña durante la Semana de Pasión.
Fernández Pulido ha visitado esta mañana las obras para comprobar su avance y ha querido tranquilizar a las cofradías señalando que la remodelación de la plaza no pondrá en peligro el normal desarrollo de la salida de los pasos procesionales de Semana Santa. Según ha explicado, las labores se han programado de tal forma que además de comenzar el empedrado por uno de los laterales, “el firme de hormigón del la plaza sí estará acabado y seco, lo que permitirá la salida habitual de las procesiones”. Las obras se reanudarán una vez pasada la festividad.
Por otra parte, el alcalde ha señalado que a pesar de las modificaciones que sufrirá este espacio público para adaptarlo como mirador “no se perderán plazas de aparcamiento”, otra de las cuestiones que preocupaba a los vecinos del casco histórico, una de las zonas donde más se hace notar la falta de estacionamiento. Otra de las finalidades de la obra es delimitar una zona como peatonal e instalar bancos orientados hacia el mar y la vega, con el objetivo de aprovechar la amplia panorámica que ofrece este espacio público y darle también un uso para el esparcimiento. Dentro de las actuaciones de puesta en valor de la plaza se instalará también un bebedero, mientras que se restaurarán las luminarias del perímetro, manteniéndose la iluminación de la iglesia.
