Todas ellas reconocen que la decisión de suspender las procesiones fue la correcta. Muchas tenían estrenos previstos y materiales comprados, que deberán esperar hasta 2021.
En condiciones normales, en Salobreña estaríamos por estos días hablando de las procesiones previstas a celebrar por las calles de la Villa, especialmente del Casco Antiguo, cuyas cofradías ya tendrían los motores en marcha. Sin embargo, los tronos y cofrades están encerrados, viendo con tristeza cómo la Semana Santa pasa sin más en una situación inimaginable previamente.
La suspensión sorprendió a todas las cofradías de Salobreña con todos los materiales comprados -tales como cera, incienso o telas-, aunque la ventaja es que pueden ser reutilizados el año próximo. Algunas tenían estrenos previstos, que también tendrán que quedar para 2021.
Hoy Martes Santo era la jornada señalada para el inicio de los desfiles procesionales con la salida del Stmo. Cristo de la Humildad, o Atado a la Columna, desde la Iglesia Ntra. Sra. del Rosario. La suspensión de la Semana Santa de Salobreña tuvo lugar antes de que se decretara el estado de alarma, por lo que fue una decisión dura en su momento.
El Cristo de la Humillación tenía previsto procesionar por la zona baja de la localidad el Miércoles Santo. También para ellos fue una dura decisión la suspensión de los desfiles, aunque se lo han tomado como una situación de fuerza mayor. Incluso si el Gobierno no decretaba el estado de alarma, consideraban que era la decisión correcta para no exponer a los cofrades ni a las personas que siguen las procesiones.
También el miércoles habría salido la Cofradía del Nazareno y la Esperanza, en su caso desde la Iglesia del Rosario. Sus cofrades viven la suspensión con mucho pesar, y especialmente su hermano mayor, Ángel Rufino, quien iba a encarar su primera Semana Santa en el cargo, por lo había varias novedades en los planes.
La Cofradía de María Stma. de las Penas y San Juan Evangelista era la encargada de inaugurar el Jueves Santo en la Villa. En su caso tenía previstos algunos estrenos, que por el momento tendrán que esperar para darse a conocer.
Poco después de la salida de las Penas hubiera hecho lo propio la Cofradía del Cristo del Perdón y su procesión del Silencio. Para su hermano mayor, Francisco Villaescusa, supone un gran sacrificio el no salir en procesión este año y que su imagen de Cristo se quede encerrada. No obstante, la entidad se ha volcado en ayudar a quienes más lo necesitan a través de Cáritas.
Ya el Viernes Santo, las encargadas de abrir la última jornada de procesiones de la Villa iban a ser las cofradías del Santo Sepulcro, de San Juan Evangelista y de los Dolores. Pero ante esta situación, sus hermanos deben conformarse con compartir recuerdos de años anteriores a través del teléfono, en forma de fotos o vídeos.
Tras esta procesión, la imagen de la Virgen de los Dolores cambia sus atuendos para convertirse en la Soledad, que sale acompañada únicamente vestidas de luto. También esta cofradía vive de forma muy atípica esta Semana Santa, y con la decepción por tenerlo ya todo preparado al momento de acordarse la suspensión.
Las cofradías de la Villa destacan también por su carácter solidario, y muchas de ellas han realizado aportaciones económicas, tanto de forma institucional como de sus integrantes a nivel particular, para colaborar en lo necesario en el marco de la crisis sanitaria.
