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La plataforma de vecinos contraria a la subida del IBI dice sentirse defraudada

Tras el pleno celebrado ayer, aún no ha definido si continuará con las caceroladas, aunque baraja varias iniciativas para mantener su propuesta por la aprobación de un incremento del 20 por ciento de este impuesto.

 

El pleno municipal celebrado ayer, donde quedó confirmado que la subida del IBI en Salobreña para 2013 será finalmente del 20 por ciento, estuvo marcado por la masiva asistencia de vecinos, en su mayoría integrantes de la plataforma que durante los dos últimos meses se ha venido manifestando semanalmente contra el aumento tributario a través de caceroladas. Aunque consiguieron que el aumento no fuera del 40 por ciento como se había aprobado inicialmente, no lograron su objetivo de que no se produjera subida alguna.

Según el portavoz de este colectivo, Ángel Saavedra, ayer asistieron a un “espectáculo bochornoso” del que dicen haber salido “defraudados”. En su opinión, la mejor alegación que se había presentado eran las 2.400 firmas recogidas en contra de la medida, que califica como “una injusticia”.

Sin más que hacer, puesto que la modificación de la ordenanza fiscal ya está aprobada definitivamente, se plantean cómo continuarán las protestas. En los próximos días se reunirán los miembros de la plataforma para decidir si continúan con las caceroladas o si realizan algún otro tipo de movilización. Según Saavedra, “todo dependerá de la decisión de los vecinos”, aunque ha señalado que “hay varias iniciativas” sobre la mesa.

 

Ángel Saavedra, portavoz de la plataforma contra la subida del IBI en Salobreña, ha criticado que el alcalde no le haya dejado terminar de leer en el salón de plenos un escrito firmado por los denominados ‘Vecinos Indignados de Salobreña’, en el que se pedía a los concejales de todos los partidos un “compromiso personal para dar la cara para anular la subida del IBI”. También se les solicitaba que exijan una auditoría y una comisión de investigación sobre la deuda del Ayuntamiento, y también la anulación de la paga de los liberados, que consideran “un gasto demencial”. Todas estas reivindicaciones se mantienen, afirman los miembros de la plataforma, que dicen sentirse “orgullosos” de su lucha por considerarla “justa”.