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La piscifactoría de Salobreña retoma su actividad con la producción de pulpo



Tras casi un año sin movimiento, la piscifactoría de Salobreña ha vuelto a retomar su actividad acuícola a través de una nueva empresa concesionaria que pretende introducir otras especies marinas. Sin apartar del todo las últimas que se estuvieron cultivando, la dorada y la lubina, la renovada gestión apuesta por otras como el pulpo, que se encuentra en fase de investigación, y a futuro piensa en otras como la corvina.

Acuicultura de Granada SL es el nombre de la nueva concesionaria de la piscifactoría, formada por tres biólogos, que el pasado mes de agosto tomó el relevo de la anterior gestión que estaba a cargo de la propia Azucarera del Guadalfeo, propietaria de los terrenos donde se ubica. La instalación, que había dejado de funcionar en noviembre de 2010, cuenta con una serie de tanques en tierra destinados al preengorde de las especies, y con 36 jaulas en el mar donde se lleva a cabo el engorde.

La intención de los nuevos gestores es trabajar durante los próximos dos o tres meses en las investigaciones en tierra, para posteriormente trasladar los ejemplares juveniles a las jaulas. José Juan Nogales es uno de los biólogos que forma parte del nuevo proyecto, aunque ha trabajado en la piscifactoría durante todo el proceso anterior, y hoy ha contado a Radio Salobreña algunos detalles acerca del nuevo trabajo que realizan.

En lo referente a las jaulas, aún deben ser limpiadas y acondicionadas tras el periodo de inactividad, al igual que el resto de la instalación. La empresa no descarta continuar trabajando en el cultivo de las dos especies tradicionales esta piscifactoría, la dorada y la lubina, pero también contempla la experimentación con otras especies, como puede ser la corvina.

Junto a estos cultivos, otra de las líneas de trabajo sería la acuicultura multitrófica, que consiste aprovechar los residuos sólidos y líquidos que generan distintas especies para destinarlos a la producción de algas, que a su vez servirían de alimento para almejas, mejillones, jacobeas o zamburiñas. Con ello se consigue reducir al mínimo el impacto de la instalación acuícola, y a su vez se le saca rentabilidad a los residuos.

José Juan Nogales no ha querido aventurar cifras sobre las expectativas de producción de pulpo. En tierra la piscifactoría cuenta con 1.500 metros cúbicos de agua en los distintos tanques, aunque las investigaciones serán las que digan qué carga biológica se puede introducir en ellos para obtener un producto de calidad.

Nogales se ha mostrado muy optimista por los primeros resultados que están dando los trabajos previos sobre el cultivo del pulpo, y ha destacado que tiene un “futuro muy prometedor”, ya que se trata de un producto con mucha demanda a nivel mundial. No obstante, asegura que aún quedan varias cuestiones por ajustar.

Respecto a las doradas y lubinas, Nogales ha señalado que han coincidido una crisis propia del sector pesquero con una sobreproducción de estas especies en la zona del Mediterráneo, que ha derivado en una crisis “bestial” de precios. A todo ello se sumó la crisis global, aunque afirma que ahora “el mercado se ha recuperado y las perspectivas son mucho mejores”, por lo que no descarta continuar con estos dos productos.