El Pleno celebrado el lunes discrepa de la intención del gobierno central de reformar las administraciones locales e insta a que si ésta se realiza cuente con la participación directa de los ayuntamientos.
La moción presentada por Izquierda Unida al pleno del lunes pidiendo el rechazo a la Ley de Reforma de las Administraciones Locales, que actualmente es todavía un anteproyecto, sirvió para comprobar que la mayoría de grupos políticos están claramente en contra de que ésta prospere. Dicen que torpedea directamente a los ayuntamientos recortándoles su autonomía de forma drástica y dejándoles en muchos casos al albur de administraciones supramunicipales como las diputaciones que a decir de casi todos los portavoces no merecen tal responsabilidad porque son organismos predemocráticos donde sus representantes no son elegidos por los ciudadanos y, además, una vez más sin dejar claro el gobierno de dónde va a sacar los dineros para que competencias de las entidades locales las asuman otras administraciones.
En su exposición de motivos, IU esgrime que más que a una reforma como este proyecto asistimos a una demolición del modelo de gestión pública que se inició en España con los ayuntamientos democráticos desde 1979. Y que además vacía de contenido a las administraciones más cercanas, las que más contacto tienen con el ciudadano. Por contra hay quien piensa que desde el punto de vista del ahorro no está mal pensada la ley porque establece números de concejales, cargos de confianza y sueldos máximos que uniformicen la situación. Pero complicado es aspirar a eso a nivel general cuando las particularidades de las diferentes autonomías dejan claro que el tratamiento debe ser diferenciado, máxime teniendo en cuenta que por ejemplo Andalucía, con 8 millones de habitantes, cuenta con 770 ayuntamientos, mientras que otras comunidades como Castilla y León, con sólo tres millones suma unos tres mil. Ahí sí hace falta reforma, no en Andalucía, defendió el portavoz del Partido Andalucista, José Pérez.
Sin embargo para el portavoz del Partido Popular es bueno que se vaya haciendo algo para cambiar un modelo que está agotado, aunque reconoce Rubén Rodríguez que la ley está todavía entre alfileres y habrá que buscar los máximos consensos en foros como la Federación de Municipios. Pero a la vez dice que tiene cosas buenas, como la regulación que persigue en cuanto a número de concejales o cargos de confianza y sus respectivos sueldos.
Tras dejar por sentado que el PSOE apoyaría hasta la última coma la moción de IU, el alcalde de la Villa reconoce que es necesaria una reforma, pero que dé participación a los ayuntamientos el lugar de dejarlos en manos de organismos predemocráticos como las diputaciones.
Recordó el portavoz de IU que los ayuntamientos son históricamente los que menos reciben en los repartos de los tributos del Estado y que a cambio son los menos endeudados y apela en su moción a evitar una nueva centralización.
La moción de IU solicitaba que el Ayuntamiento muestre su rechazo a toda reforma de administración local que suponga un deterioro del papel de los ayuntamientos en el ejercicio de las funciones establecidas en el Estatuto de Autonomía para Andalucía. Que se eleve al gobierno central que cualquier reforma que les afecte deberá contar con su participación, Y plantear, por último, que se comunique al gobierno central la necesidad de que se reúna la conferencia sectorial para asuntos locales para debatir este anteproyecto de ley de financiación local que resuelva el fortalecimiento de las competencias locales y su financiación.
Votaron a favor de la moción además de IU, el PSOE y el PA, mientras que el PP optó por la abstención.
