La concejala María José García reconoce la menor afluencia de personas a la Romería, que se asumió para favorecer la afluencia de los vecinos de Salobreña.
Las fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario han llegado a su fin, y es momento de hacer balance, que es positivo para el Ayuntamiento de la Villa, pese a reconocer que lo atípico de sus fechas este año ha repercutido en una menor participación. Por ejemplo en la Romería, que ha impedido asistir a personas que muchas veces planifican sus vacaciones en función de una fecha posterior, a lo que hay que sumar la coincidencia con la festividad de la Virgen de las Angustias, que también tiene muchos devotos en la provincia.
Pero la Concejalía de Fiestas afirma que el objetivo de adelantar una semana la Romería ha sido el de priorizar a los vecinos de Salobreña, ya que la alternativa era trasladarlo a un sábado, lo que se habría superpuesto con la actividad comercial de muchos salobreñeros. Pese a ello, la concejal de Fiestas, María José García, valora positivamente las fiestas patronales.
Tras un parón de tres días, se retomó la programación de las fiestas el jueves 4 y se prolongó hasta la jornada de ayer. La edil destaca la gran afluencia de mayores a la merienda en el Casco Antiguo, así como la respuesta del público a actos como el pasacalles infantil o el Certamen de Bandas. Tal vez las verbenas no tuvieron la repercusión esperada.
Durante la jornada del domingo la actividad se centró en el Casco Antiguo con la paella solidaria, que agotó todos los platos disponibles, en torno a 340; y con los actos religiosos en honor a la patrona. Durante la jornada de ayer, última de la programación, la edil destaca la importante afluencia del público infantil y juvenil.
En definitiva, García destaca la aceptación de muchas actividades que se refleja en la asistencia de público, y también afirma que se ha tomado nota de distintas cuestiones a corregir, sobre todo en materia de infraestructuras para cada uno de los actos.
