El alcalde de Salobreña ha mostrado su enfado por la ausencia de partida económica en los presupuestos del Estado para el tramo Taramay-Lobres de la A-7.
Para Gonzalo Fernández Pulido se trata de un nuevo varapalo para la Costa y más en concreto para Salobreña, que ya ha visto como se le negaban los 400.000 euros solicitados al Ministerio de Fomento con cargo al 1% cultural para la rehabilitación del Castillo, o sigue esperando a que llegue el dinero de las expropiaciones por el paso de la autovía por nuestro término municipal que supone una cantidad importante, casi 600.000 euros, en el caso del ayuntamiento, y otras cantidades igualmente considerables para particulares y agricultores del municipio.
El alcalde opina que la actitud del gobierno con la no inclusión de partida para este tramo supone un revés para la política puesta en marcha por los socialistas que habían dejado todos los tramos de la A-7 en marcha y con consignación presupuestaria, para unas obras que marchaban a buen ritmo, por lo que estima que es de justicia lo que se pide, la terminación del tramo en el plazo anunciado. Con este más que probable retraso se produce un nuevo agravio contra Salobreña, que sufrirá durante varios años más el problema que se crea en los accesos a la Villa sobre todo en temporada veraniega.
El alcalde ha anunciado que lejos de quedarse de brazos cruzados, desde el ayuntamiento se luchará para que el gobierno incluya la partida correspondiente para que el tramo Taramay-Lobres se termine el año que viene, para lo que señala que implicará a todos los grupos políticos, incluido el PP, porque a su juicio estamos hablando de un asunto en el que por encima de siglas políticas debe primar el interés general de Salobreña.
