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Francisco Lombardo recibe con “gratitud y alegría” que una calle lleve su nombre

Por iniciativa de los vecinos la calle Ladera de la Cruz B del Casco Antiguo pasará a tener el nombre del que fuera párroco de Salobreña entre los años 1975 y 1995.

Imagen de archivo de Francisco Lombardo. // Javier Jayma

La pasada semana se anunció que dos calles de Salobreña y La Caleta, por iniciativa de sus vecinos, cambiarán de nombre y pasarán a llamarse Francisco Lombardo Valverde y Maximilano Ferrer, quienes fueran sacerdotes en cada una de estas localidades. Ferrer ya no está entre nosotros, pero sí lo está Lombardo, que ha acogido de muy buen grado la noticia de que la calle Ladera de la Cruz B, en el Casco Antiguo, pasará a tener su nombre.

Francisco Lombardo fue párroco de Salobreña durante 21 años, entre 1975 y 1996, y pese al tiempo transcurrido los vecinos continúan recordándolo, hasta el punto de que la propuesta para dar su nombre a la calle ha obtenido 232 apoyos. En diálogo con el magazín La Costa en Vivo de Radio Salobreña, el sacerdote ha expresado esta mañana su “sensación de gratitud, de alegría y de sentimientos inolvidables” del tiempo que pasó en la Villa. También ha recordado muchas de las cosas que se hicieron desde la Parroquia durante ese periodo, con la colaboración de los vecinos.

También recuerda los estudios históricos que realizó, en colaboración con arqueólogos, que permitieron recopilar gran parte de la historia de Salobreña a través del Archivo Municipal. Ese trabajo lo tiene en su poder y su intención es traerlo al municipio para que sea conservado. Destaca además experimentos en los que participó para el uso terapéutico y cosmético de frutos subtropicales.

Lombardo ha querido destacar las bonitas vistas que tiene la calle que llevará su nombre y ha recordado un artículo que escribió en 1983 resaltando la belleza de Salobreña y su entorno. Destaca también a las gentes de Villa, que califica como “muy acogedoras, muy abiertas y muy colaboradoras”, ya que todo lo que se hizo en esos años fue “gracias a la generosidad” de muchas personas. Rememora que contó con un grupo de vecinos que colaboró con obras sociales e incluso con él a nivel personal.

El cambio de nombre de estas calles surgió por iniciativa de las concejalías del Casco Antiguo y La Caleta-La Guardia, con el fin de renombrar aquellas vías cuya denominación está seguida de una letra. Para ello abrió un plazo para que los vecinos presentaran sus propuestas, lo que solo ocurrió para estas dos vías, Ladera de la Cruz B en Salobreña y Juan Camacho E en La Caleta.