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Este jueves se presenta el libro que conmemora el 50 aniversario del Lucero del Alba

Será a las 8 de la tarde en el Auditorio Villa de Salobreña. Intervendrán 27 autores, algunos muy destacados en el mundo de las letras, y más de una treintena de fotógrafos.

Páginas interiores del libro.

Dentro de los actos que se realizan esta semana para conmemorar el 50 aniversario del Festival Flamenco Lucero del Alba de Salobreña, uno de los más destacados, por su perdurabilidad en el tiempo, es sin duda la edición de un libro que recoge esa larga trayectoria.

El responsable de dirigir y coordinar esta publicación es Rafael Gómez Benito, hijo del fundador del Festival, el poeta y periodista Rafael Gómez Montero. No obstante, son 27 autores y más de una treintena de fotógrafos los que colaboran en el relato de la historia del Festival. Entre los primeros se encuentran algunos de gran prestigio, no solo del mundo de la flamencología, sino de la literatura en general.

El libro se estructura en tres apartados, uno dedicado a los años sesenta y setenta; otro a los ochenta y noventa; y otro al presente siglo. El prólogo está a cargo de Tito Ortiz, mientras que ‘Fosforito’ dedica también un texto a los aficionados al cante de Salobreña. Otros autores que intervienen son Luis García Montero, Miguel Espín, Manuel Curao, José Manuel Gamboa, Balbino Gutiérrez, José Ladrón de Guevara, Antonio Arrebola o Antonio Rabaneda. Entre otros contenidos incluidos en este libro conmemorativo destacan también las letras para el cante, por lo que aparecen también poemas de Salvador Rueda o Silverio Franconetti.

Rafael Gómez Benito califica de “mítica” la noche del 18 de agosto de 1968, cuando se celebró la primera edición del Festival en la conocida como plaza de armas del castillo árabe de Salobreña. Y señala que es uno de los ciclos flamencos más antiguos y con más solera de Andalucía.

En ese escenario del castillo salobreñero Gómez Benito pudo conocer a grandes del flamenco como Paco de Lucía, Enrique Morente, Carmen Linares, Fosforito o La Paquera, entre muchos otros, cuestión que lo marcó y lo “cautivó”. El coordinador del libro recuerda todo el proceso de organización del festival desde su propia casa hasta los mismos recitales, que vivió desde muy pequeño en primera fila. Así, conoce todos los entresijos y recuerda lo que ocurría en los camerinos y tras bambalinas. Destaca además el “marco incomparable” que siempre ha tenido el evento, que en su opinión “debe servir para potenciarlo más”.