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En Salobreña se recogen entre ocho y diez animales cada dos meses

El Ayuntamiento de Salobreña recurre una vez al mes de media al servicio de la Diputación Provincial para la recogida de los perros sin dueño que deambulan por el municipio.


 

Uno de los problemas que el Ayuntamiento de Salobreña debe abordar cada cierto tiempo es la presencia de perros sin dueño por las calles de la localidad. Es común ver pequeños grupos de estos animales deambulando por el entramado urbano, y para ello el Consistorio tiene un acuerdo suscrito con la Diputación Provincial para su retirada.

 

El ente provincial cuenta con un servicio de perrera que se encarga de recorrer las calles del municipio cada vez que el Ayuntamiento lo solicita para proceder a la captura de los perros. De media se recogen entre ocho y diez animales cada dos meses, si bien la cantidad varía según la época, ya que tanto en verano como en Navidad suelen producirse más abandonos y el número sube.

 

El Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de la Villa, encargada del asunto, suele llamar una vez por mes al servicio de la Diputación para que haga una batida, aunque ello siempre depende de las necesidades. Normalmente se hace cuando se detecta una aglomeración o la presencia de alguna manada, o cuando hay algún aviso de peligrosidad. Por lo general se espera a que se reúna un número mínimo, teniendo en cuenta que el coste del servicio es el mismo sea cual sea la cantidad de animales que se retiren.

 

El Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de conseguir algún espacio que permita acoger a estos perros que no tienen dueño, aunque de momento no le queda más opción que acudir al servicio de la Diputación.

Entre las zonas que más frecuentan estos animales sueltos está la playa o el entorno del centro comercial. Para evitar confusiones entre los perros que están sueltos y los que tienen propietario se procede a comprobar si cuentan con microchip. Si lo tienen se contacta con el dueño, a quien se le giran los gastos si es que el animal ha ocasionado alguno; y si tienen microchip, son retirados al depósito de la Diputación donde permanecen por algunos días, a la espera de ser sacrificados si no son adoptados.