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Empresarios y comerciantes creen que la forma de capear la crisis es arriesgar y no pararse

 

Empresarios y comerciantes de la Costa coinciden en que es el sector el que tiene que empujar y poner en marcha las medidas necesarias para sobrellevar la crisis e intentar salir de ella airosamente. Pero no solamente ellos, sino también los consumidores, así que en este sentido apelan al ciudadano para que pierda el miedo y siga consumiendo, ya que el movimiento de dinero va a ser lo que devuelva la confianza y la solvencia a los mercados. Claro está que los empresarios de la construcción lo tienen más difícil por aquello de que dependen de los bancos para dar viabilidad económica a sus promociones, pero paradojicamente es su representante el que apuesta más decididamente por arriesgar, mientras los otros dos, aunque están de acuerdo en que pararse es la muerte, opinan que hay que nadar y guardar la ropa, comprar género pero no en la misma cuantía que en tiempo de bonanza. Los tres portavoces son el presidente de la Asociación de Comerciantes de Salobreña, José Casas, el presidente de la Organización de Profesionales y Autónomos de Motril, Pepe Almendros y el presidente de los Empresarios de la Construcción de Almuñécar, Trinitario Betoret. Los tres han sido protagonistas hoy en la tertulia de asociaciones de Radio Salobreña donde el tema a debate era ‘qué hacen los comerciantes y pequeños empresarios para sobrellevar la crisis’.

Que las pequeñas y medianas empresas son las garantes de la creación de empleo ha sido una de las máximas que han firmado juntos, así como la necesidad de asociarse para poder presionar y adoptar políticas empresariales unitarias.

Cuando se les pregunta por si arriesgar o ser conservador, Almendros aboga por ambas cosas y se explica. “Si antes se compraba cien ahora hay que comprar cincuenta y cuando se venda ir comprando el resto”. Lo mismo defiende el presidente de ACESA, para quien quedarse parado es el preámbulo del cierre. Pero Trinitario Betoret se tira a la piscina. “Hay que arriesgar en los tiempos difíciles y los constructores y promotores saben de esto porque no es la primera crisis que padecen”.

Aunque todos aceptan las leyes de la competencia y que cada uno utilice sus armas, las medidas concretas que proponen unos y otros pasan por mantener los precios medios y sobre todo por la atención al cliente.

“La comptenecia es buena siempre que sea legal” asumen los tres. El empresario de la construcción tiene claro que los desleales son los bancos con su stock de viviendas a bajo precio. Y Pepe Almendros resta relevancia a este extremo porque dice que ya hay una ley de comercio que regula la competencia.

Todos están de acuerdo en la conveniencia e incluso la necesidad de asociarse y más aún en estas circunstancias tan adversas. Pero en la media hora de tertulia algún mensaje optimista ha surgido. Por un lado que los empresarios veteranos conocedores de su oficio sabrán salir adelante y, por otro, que hay que seguir dándole a la imaginación, ofreciendo cada día algo nuevo en el escaparate. Y al consumidor le animan a que trate de seguir con su vida normal y descarte el miedo, que sólo va a retrasar la salida de la crisis.

Los empresarios han tenido que hacer recortes y sufrirlos, como no han podido realizar ERES por tartarse en general de empresas familiares, han tenido que bajarse los sueldos o las horas de trabajo. Pero confían en que sin dormirse en los laureles van a contribuir de manera decisiva en la pronta salida de la crisis.