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El sector inmobiliario de la Villa muestra su preocupación por el descenso de los alquileres



Siguiendo con la tendencia de las últimas temporadas estivales, los alquileres en Salobreña continúan descendiendo como producto de la crisis. Salvo la primera quincena de agosto, donde la ocupación de estos alojamientos turísticos está al cien por cien, el resto de la temporada arroja cifras que preocupan al sector. Muchos propietarios e inmobiliarias que esperan ver sus pisos alquilados durante todo el verano, se los pueden encontrar vacíos en pleno mes de julio o agosto.

Según explican propietarios de inmobiliarias del municipio, este año se han alquilado menos pisos que en otras temporadas de verano. El descenso de la demanda viene siendo progresivo en los últimos años, y en el presente se ha acentuado.

La primera quincena de agosto es la única que se ha completado al cien por cien, aunque tampoco es un dato destacado para el sector teniendo en cuenta que se trata del periodo de mayor demanda. En este sentido, indican que si no fuera así, la situación sería realmente lamentable.

José García, de Inmobiliaria Invesa, lleva casi tres décadas en el negocio inmobiliario y asegura que en ese tiempo es la primera vez que se encuentra con una situación como la actual. Destaca que antes se alquilaban los pisos para el verano entre marzo y abril, y ahora los clientes esperan casi hasta última hora. En lo referente al invierno, el operador inmobiliario indica que prácticamente no se alquilan apartamentos, salvo casos puntuales de extranjeros y por pocos días, y afirma que este tipo de turismo en Salobreña es netamente estacional.

En la misma línea, Modesto Sánchez, de Inmobiliaria Gestión, afirma que tras el verano los apartamentos se quedan vacíos y la playa del municipio se convierte en “una costa fantasma”. Para luchar contra eso, ha puesto en marcha un proyecto junto a varias empresas para intentar ganar nichos de mercado, consistente en crear una plataforma de reservas para crear paquetes y vender servicios. No obstante, reconoce que no es fácil, ya que en temporada baja es difícil competir con las ofertas de los hoteles. 

Sánchez destaca además la bajada general de los precios de los apartamentos de alquiler. En la primera quincena de agosto, la más demandada, un apartamento en la playa de Salobreña puede costar entre 900 y 1.000 euros. La segunda de julio, otra que suele tener una alta demanda, afirma que ha estado “bastante floja”, aunque sí ha sido aceptable el nivel de la primera quincena de julio.