Pasará a llamarse Julio Martín Pérez en reconocimiento al que fuera concejal hasta su muerte en 1994. También el primer alcalde de Lobres, Nicolás Morente, dará nombre a una de las calles del anejo.
Campoo de fútbol en el complejo deportivo de Salobreña que cambiará su nombre.
Sendas propuestas del equipo de gobierno para la denominación de una calle de Lobres y de cambio de nombre para el Polideportivo de la Villa suscitaron el debate en el pleno que celebró ayer tarde la corporación municipal salobreñera.
Y es que mientras el equipo de gobierno argumentó que su intención era reconocer su trabajo en bien del municipio por parte de dos políticos de épocas distintas, desde la oposición se criticó que no se les haya tenido en cuenta para consensuar dichas denominaciones, o que se pusiera el nombre de personajes cuya condición de políticos les obliga de por sí a trabajar por su pueblo, además de que no van a contar con el acuerdo de una parte de la población por cuestiones ideológicas.
La primera de las propuestas se refería a una calle de Lobres que todavía no tiene nombre, entre Bonifacio Caro y Sacristía, para que se denomine Nicolás Morente, en recuerdo del que fuera primer alcalde pedáneo de Lobres de la democracia. Nacido en Vélez Benaudalla, Morente fue capitán en el bando republicano y tras la guerra civil volvió a su oficio de panadero, y tuvo que sufrir constantes persecuciones que le hicieron la vida muy dura por su militancia antifranquista. Con la llegada de la democracia se convirtió en el primer alcalde de Lobres, como destacó el teniente de alcalde del anejo, Ricardo Ruiz.
Aunque ningún portavoz se mostró contrario a Morente, sin embargo sí abrieron el debate. IU para quejarse de la falta de participación por parte del equipo de gobierno hacia los grupos de la corporación, reclamando su portavoz José Manuel Díaz un consenso que rubricara un mayor respaldo a la decisión.
Tras sumarse a las palabras de IU, el portavoz del PP, Rubén Rodríguez, reclamó un viejo acuerdo municipal de tener un padrón de posibles personajes para nombrar las calles, y cuestionó el mérito de los políticos por hacer su trabajo para dar nombre a calles del municipio.
Gonzalo Fernández, alcalde de la Villa, señaló que nadie consultó cuando en años anteriores se puso Dolores Ibárruri o Doctor Fleming a calles de la Villa, para aportar que sí hay personas ilustres que han aportado, pero también vecinos que en un momento dado han trabajado por su pueblo y se merecen un reconocimiento, como es el caso de Nicolás Morente, de cuya lucha por Lobres nadie duda.
Antes de votar a favor de la propuesta, el portavoz del PA, el historiador José Pérez, matizó que Morente no había sido el primer alcalde lobreño. Sólo el PP votó en contra de la propuesta.
La otra denominación, en este caso la propuesta era de cambio, también suscitó el debate y por motivos similares. Se trataba de cambiar el nombre de Los Trances al Polideportivo para ponerle Julio Martín Pérez.
Julio Martín Pérez fue concejal del PSOE a finales de los ochenta y principios de los noventa y como responsable del área de Deportes fue quien comenzó la gestión de todo el polideportivo, aunque nunca llegara a verlo terminado tal como hoy está por su muerte en accidente de circulación en 1994. Javier Ortega defendió la propuesta.
El portavoz del PA, cuñado de Julio Martín, tras señalar que todo reconocimiento a su figura le parece bien, criticó las formas al no consultar con sus hijos, ya que a su juicio se podía haber contado con la firma de todos los grupos de haberlo consultado previamente. Pérez Martín se ausentó del pleno tras su intervención para, según dijo, no mediatizar al resto de portavoces
IU volvió a criticar la falta de participación y planteó que se sometiera el asunto a votación popular, mientras que el PP, que apoyó esta propuesta, y aun manifestando su aprecio por Julio Martín y su familia, opinó que el nombre de Los Trances no se debería cambiar, puesto que en su día su propietario cedió los terrenos en el pago de ese nombre para iniciar la construcción del complejo deportivo de Salobreña.
El alcalde dijo que la propuesta había nacido de la propia familia y que más que de polémica este reconocimiento debería ser motivo de orgullo y satisfacción, y poner otros ejemplos de políticos, como Martín Carpena o Fernando Buesa arena que también han dado sus nombres a espacios deportivos. Gonzalo Fernández señaló antes de pasar a votación que a buen seguro hubo expropiación de los terrenos y no una cesión altruista por parte de su propietario.
Todos los corporativos votaron a favor excepto el PP que lo hizo en contra.
