Tras 58 años atendiendo al público, una tienda de alimentación de la Calle Rosario pondrá fin a su actividad ante la imposibilidad de mantenerse como negocio familiar.
La tienda de alimentación de Andrés Vidoy, el establecimiento más antiguo de los que quedan en la Villa.
El establecimiento más longevo de Salobreña cierra sus puestas tras más de medio siglo abierto. Se trata de una tienda de alimentación propiedad de Andrés Vidoy que fue fundada en 1955 por sus padres, y que echa el cierre por jubilación de sus dueños y ante la imposibilidad de que se mantenga como un negocio familiar.
Los padres de Andrés Vidoy adquirieron inicialmente un bajo en la Calle Rosario, donde se estableció primero una taberna que dos años después pasaría a convertirse en una tienda de alimentación, ya que la taberna no tenía la aceptación suficiente para permanecer abierta. Los ingresos que la familia obtenía con el comercio eran superiores a los obtenidos con la taberna, por lo que el establecimiento continuó abierto hasta el día de hoy.
La tienda tenía a disposición del público productos muy variados relacionados con la mercería o los combustibles, entre otros. El establecimiento de la Calle del Rosario era el punto de reunión donde los vecinos de Salobreña acudían a contar sus penas y alegrías mientras realizaban la compra. Andrés Vidoy afirma que el establecimiento de aquella época no tiene nada que ver con las grandes superficies actuales, y ha contado a Radio Salobreña algunas anécdotas, como el fracaso en la venta de los primeros yogures que llegaron a la localidad, además de las rutinas y el estilo de vida de los vecinos que frecuentaban diariamente su comercio. Desde que se abrió el establecimiento en 1955, Vidoy ha sido testigo de muchas historias y de los problemas por los que atravesaban los clientes, por lo que afirma que la atención de la época era mucho más personal e individualizada que el trato que se recibe hoy en los comercios.
Todavía no hay fecha definida para el cierre del establecimiento aunque no se espera que dure más allá de un par de meses. A pesar de que el establecimiento lleva abierto más de cincuenta años y de que ha sobrellevado situaciones adversas, Andrés Vidoy ha decidido cerrar el comercio, ya que quiere retirarse para disponer de más tiempo libre para poder viajar junto a su esposa, a pesar de la melancolía que siente al cerrar el establecimiento en el que lleva trabajando toda su vida. Hubiese querido que siguiese funcionando como negocio familiar, pero ninguno de sus hijos tiene la intención de continuar con él.
