A pesar del clima, Salobreña vivió unas fiestas muy participativas, con gran afluencia de público a las distintas actividades programadas. La noche de San Juan se celebró con normalidad y sin ningún tipo de incidente.
Multitud de personas alrededor de la hoguera de la playa de La Charca.
Las fiestas de San Juan han llegado a su fin tras cinco días de actividades ininterrumpidas y muy concurridas. La climatología no ayudó demasiado, pero tampoco fue impedimento para que todos aquellos que acudieron se lo pasaran bien y disfrutaran de la amplia programación.
Entre las actividades más concurridas estuvieron la fiesta acuática del sábado, que sobrepasó las expectativas de participación de los niños, así como la concentración de motos antiguas con un centenar de participantes, el concierto Kañasur o el guateque del paseo de las Flores. En cuanto a la noche de San Juan, estuvo muy animada a pesar del clima, de la lluvia de y las circunstancias especiales en que se celebró.
El concejal de Fiestas Manuel Guirado ha calificado de muy positivo el balance de las fiestas de San Juan que acaban de concluir. “Han sido una fiestas participativas y se han desarrollado sin incidencias”, ha manifestado el edil, quien añade que de cara al año que viene habrá que mejorar la coordinación y el cumplimiento de los horarios de las actividades programadas. Aparte de eso, la normalidad ha sido la tónica dominante de estas fiestas, si exceptuamos el protagonismo de la meteorología, que ha provocado la suspensión del concurso de pesca en Kayak por el mal estado del mar, o incluso amenazó con anular el encendido de la hoguera por el peligro que pudiera entrañar el poniente en la lluviosa noche del 23.
Finalmente la hoguera ardió y el espectáculo musical organizado por Radio Salobreña también se pudo llevar a cabo, aunque se tuvo que concluir unos minutos antes de la hora prevista por la aparición de nuevo de la lluvia ya en la madrugada del 24.
Todo el dispositivo preparado para la noche de San Juan trabajó de forma coordinada, desde Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil y el retén de bomberos, y de nuevo la normalidad presidió una fiesta que no registró incidente alguno, según refiere el edil. Y eso que a pesar de las inclemencias del tiempo, fueron entre 25.000 y 30.000 las personas que se dieron cita en esa noche mágica. “Las medidas de seguridad nunca van a ser suficientes para tal afluencia de gente, pero hacemos lo que podemos y además la ciudadanía se portó de una forma excelente”, ha señalado el concejal de fiestas.
La próxima cita ahora es el Cañaveral Festival, que llega este sábado al Polideportivo Los Trances, con la promoción de gruipos de zona como uno de sus objetivos principales. Las entradas ya están a la venta en la Casa de la Cultura, Oficina de Turismo, Café Bar Julián , Carne a la Piedra y Hostal Palomares al precio de 10 euros. En taquilla el día del festival costarán 15 euros.
