· Aunque la Junta de Andalucía cuenta con un programa de gratuidad de libros, solo llega hasta la enseñanza secundaria, por lo que en Bachiller las familias deben asumir un gasto que ronda los 300 euros.
El curso escolar se ha iniciado en Salobreña con normalidad absoluta en cuanto al funcionamiento lectivo, si bien han tenido lugar los habituales ajustes de última hora en cuanto a reubicación de plantillas y de alumnos, que decide la Delegación de Educación. Así lo han afirmado desde el Ayuntamiento, aunque aseguran que ya está todo resuelto.
A través de la concejal de Educación, María Eugenia Rufino, el Consistorio ha hecho un llamamiento para que todas las familias que tengan libros de Primero y Segundo de Bachiller que ya no utilicen, los cedan para que puedan ser aprovechados por las familias más necesitadas. Aunque la Junta de Andalucía cuenta con un programa de gratuidad de libros, solo llega hasta la enseñanza secundaria, por lo que en Bachiller las familias deben asumir un gasto que ronda los 300 euros.
Debido a la gran cantidad de familias que se asisten desde los Servicios Sociales Comunitarios, y si bien desde el Ayuntamiento se intentará ayudarlas, el llamamiento responde al ahorro que podría suponer la donación de libros que ya no van a ser utilizados.
Por otra parte, la edil se ha referido al problema suscitado en el Colegio Mayor Zaragoza debido al exceso de demanda de plazas de comedor, que también afecta al Colegio Segalvina. Según Rufino, ha habido “dejadez” por parte de muchas familias que no estuvieron atentas a los plazos y presentaron sus solicitudes con posterioridad, y ha afirmado que desde la Junta se están barajando distintas posibilidades para buscar una solución. La concejal apoya la propuesta del director del Colegio Mayor Zaragoza, que contempla la creación de un doble turno de comedor en lugar de incrementar el número de plazas. Esta es una de las opciones que está estudiando la Delegación de Educación.
En cuanto a la cantidad de escolares que inician el curso, que ha bajado en casi todos los centros, María Eugenia Rufino lo ha atribuido al descenso de la natalidad que se ha producido en los últimos años, y que ahora se está viendo reflejada. Este es el motivo de la bajada del alumnado en Lobres, donde se han tenido que unificar grupos para completar la ratio, aunque el caso de La Caleta lo considera más preocupante, pues responde a la despoblación que está sufriendo el anejo y a que su población va envejeciendo.
