El cementerio municipal de Salobreña verá ampliada su capacidad en 56 nuevas unidades mortuorias con las obras que ya están en marcha para su construcción. Se trata de una superficie de unos 100 metros cuadrados en la que se va a incluir también un almacén para los contenedores de residuos, mejorando la imagen que se ofrece actualmente.
El nuevo conjunto de nichos se está construyendo en el extremo suroeste del camposanto, por lo que el actual muro exterior de ese sector será demolido y reconstruido al borde de la acequia allí situada. La previsión es que los trabajos estén finalizados para la festividad de Todos los Santos el 1 de noviembre.
Esta actuación tiene lugar ante la “situación de colapso” del cementerio en materia de unidades funerarias, según ha explicado el alcalde, Javier Ortega, si bien de momento hay capacidad hasta que finalicen las obras. No obstante, destaca la intención de acometer una ampliación de mayor envergadura al norte del camposanto “para dar cobertura a las necesidades a medio-largo plazo”. Para ello será necesaria una expropiación de terrenos.
Una vez que se disponga de esos terrenos, la construcción se haría de manera escalonada, comenzando “con unos 250 o 300 nichos”, pero ya contando con el espacio para sucesivas ampliaciones.
Ortega ha explicado que en esta actuación no se ha contemplado riesgo por la aparición de posibles fosas comunes, teniendo en cuenta que hay dos en el cementerio, aunque se encuentran “perfectamente identificadas”. Ha asegurado que “hemos querido ser muy prudentes porque esto toca la sensibilidad de muchísimas personas”, y ha señalado que desde las concejalías de Cementerios y Memoria Histórica se está trabajando para la posible exhumación de esas fosas en un futuro.
