Falta sólo una familia cuya vivienda sigue en arreglo por los serios daños que provocó el incendio de una cafetería el pasado 14 de febrero.
Los afectados por el incendio que tuvo lugar en un bloque de pisos de la plaza Picasso el pasado 14 de febrero han vuelto en su mayoría a sus viviendas tras el arreglo de los desperfectos. Solo una familia está pendiente de regresar a su piso, el más afectado de todos por los efectos del humo, ya que el siniestro se produjo en un local de la planta baja.
El regreso de los vecinos se fue produciendo de manera progresiva. Los primeros, que habitan en la zona menos afectada del edificio, lo hicieron pocos días después del incendio, mientras que seis días después ya habían vuelto casi el 95 por ciento de los afectados, una vez que se arregló el sistema de desagüe que había resultado muy afectado, y también parte del sistema eléctrico.
Juan Rovira, presidente de la comunidad de propietarios del edificio afectado, ha contado a Radio Salobreña que el interior de las viviendas no resultó afectado por las llamas, pero sí por el intenso humo. En el caso de la familia que todavía no ha regresado a su vivienda, se espera que pueda hacerlo en los próximos días, ya que se están ultimando las labores de pintura.
Durante el tiempo que estuvieron desalojados, los vecinos se instalaron en segundas residencias, casas de familiares o bien en hoteles, corriendo los gastos por parte de las compañías de seguros. No obstante, algunos vecinos han tenido problemas con estas empresas a la hora de que sus viviendas quedaran tal y como estaban antes. Para acceder a las tuberías para su arreglo se debieron romper algunas paredes, y el problema llegó a la hora de solventar la parte estética, al no colocarse azulejos similares a los existentes. Pero finalmente se ha llegado a una solución para que esos alicatados se arreglaran de manera uniforme.
La situación del edificio se vio también empeorada por las lluvias que tuvieron lugar en los días posteriores al incendio, ya que al estar rotas las bajantes el agua acumulada en el techo y la terraza se filtraba a las viviendas. Otro asunto pendiente de solventar definitivamente es la instalación eléctrica de las zonas comunes, que tras una solución provisional todavía no funciona en toda su plenitud.
