La crisis ha jugado a favor de esta actividad tradicional. Los talleres de corte y confección que se imparten en la Casa de la Cultura han registrado este año un aumento significativo en las inscripciones.
La crisis no solo ha llevado a muchas personas a recortar sus gastos, sino que también ha potenciado algunas costumbres que estaban cayendo en desuso. Por ejemplo la de confeccionar su propia ropa, pues en las últimas décadas la moda industrial ha ido en detrimento de esta actividad tradicional.
Pero esa tendencia se ha revertido, al menos en lo que toca a Salobreña, y así se ha podido comprobar en distintos ámbitos. Por ejemplo, en los talleres de Corte y Confección que se imparten en la Casa de la Cultura, que han registrado este año un aumento significativo en las inscripciones, al haberse ampliado el número de vacantes. El año anterior muchos alumnos se habían quedado sin lugar.
En la presente edición de El Cultural, el taller de Corte y Confección de Salobreña cuenta con cuatro grupos de 16 personas cada uno, una cantidad que prácticamente se repite en La Caleta, donde también se imparte. Según la monitora, Carmen Rodríguez, las clases están “masificadas”, por lo que el Ayuntamiento se está planteando la posibilidad de crear un nuevo grupo para repartir más al alumnado.
Muchas de las personas que se apuntan a este taller, que consta de cuatro horas lectivas semanales divididas en dos días, lo hacen por el placer de confeccionar su propia vestimenta, pero muchas otras se han sumado con la intención de ahorrar dinero, algo que sin dudas tiene lugar, según afirma Carmen Rodríguez, responsable de los talleres de Corte y Confección de El Cultural.
La elaboración de prendas de vestir por cuenta propia demanda sobre todo tiempo, además de la compra de los materiales necesarios para confeccionarlas. Las tiendas que venden tela y otros elementos para esta labor también han notado la tendencia de que son cada vez más las personas que deciden hacer su propia indumentaria, según ha contado a radio Salobreña Isabel Puñal, responsable de la tienda Confecciones Daida.
Puñal asegura que en el ámbito de los adultos también se puede ahorrar mucho dinero, y más aún en trajes especiales como los de gitana. Afirma además que las telas que se comercializan cada año suelen responder a la moda del momento, por lo que esta actividad permite también estar a tono con las últimas tendencias.
Pero según explica Isabel Puñal, no solo las telas han incrementado sus ventas en los últimos tiempos, sino también los hilos y los accesorios y complementos como botones, cremalleras u ornamentos. Según la cantidad y las características de estos últimos elementos se puede encarecer el precio final de la prenda.
