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La alcaldesa de la Villa destaca que la desescalada permite ser optimistas y “ver la luz al final del túnel”

María Eugenia Rufino advierte también que las etapas se superarán gradualmente y que mientras tanto continúa el estado de alarma.

María Eugenia Rufino en una videoconferencia.

La publicación por parte del Gobierno central del Plan de Desescalada permite ir vislumbrando de a poco el camino hacia la normalidad, si bien hay que tener en cuenta que se dará en diferentes fases en las que seguirá habiendo limitaciones a la movilidad y a la actividad laboral.

Según la alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino, la desescalada nos permite “tener una actitud positiva, ya que se ve la luz al final del túnel”, y añade que si se puede hablar de ello “es porque estamos combatiendo al virus”. Pero quiere dejar claro que aún se mantiene el estado de alarma y que habrá que ir superando distintas etapas hasta el desconfinamiento definitivo.

Si bien en líneas generales Salobreña ha tenido un buen comportamiento hasta el momento, Rufino pide no perder la perspectiva de que todas estas fases se irán pasando a medida que se cumplan los objetivos en materia sanitaria, lo que implica necesariamente el respeto de la normativa.

La alcaldesa explica que en la fase 0, del 4 al 10 de mayo, “lo que hacemos es prepararnos para la desescalada y se permite muy poco, la movilidad y cierta actividad económica con aforo limitado”. Así, aclara que se deberá seguir con el teletrabajo siempre que sea posible; podrán pasear los niños, los mayores y las personas convivientes; y se podrán atender fincas para el autoconsumo, incluyendo la movilidad entre municipios.

En la fase 1, explica Rufino, “ya se permitirá la apertura parcial del pequeño comercio, el deporte profesional y la hostelería sin zonas comunes”, mientras que en la segunda “ya se contempla una apertura limitando aforo”. Ya en la tercera fase, la avanzada, se podrán abrir todos los negocios, pero con muchas medidas para el control de la pandemia.

Estas tres fases concluirían el 30 de junio, y desde entonces hasta el 15 de septiembre se podría “caminar hacia esa Nueva Normalidad”, pensando ya en el inicio del curso escolar. Y recalca que todas estas fechas pueden ser variables en función de los datos.

María Eugenia Rufino explica que las instituciones deberán gestionar esa demanda de movilidad evitando aglomeraciones, mientras que se recomienda el uso de mascarillas tanto en el transporte como en el resto de actividades que se realicen fuera del hogar. 

En lo referente al comercio, ha querido repasar qué actividades se podrán realizar en esta fase, ya que se han recibido muchas consultas en ese sentido. “Se pueden abrir locales con cita previa para atención individual, como por ejemplo peluquerías, y tienen que establecer un horario de atención preferente para personas mayores de 65 años”, señala María Eugenia Rufino, y añade que “si se trabaja en contacto con el cliente hay que usar de forma obligatoria mascarilla y guantes”.

El resto de tiendas no podrán abrir directamente al público, más allá de que algunos comercios están utilizando la fórmula de la venta online o telefónica. No obstante, desde el Ayuntamiento entienden que sí pueden atender clientes en sus locales bajo esta modalidad, de forma individual y con cita previa. En cuanto a la hostelería, desde el día 4 se permite la apertura de restaurantes y cafeterías pero solo con entrega para llevar.

Por otra parte, María Eugenia Rufino asistió ayer como vicepresidenta de la FEMP a una reunión convocada por el Gobierno, donde se trataron cuestiones importantes como los criterios de reparto de los fondos para las comunidades autónomas del Pacto de Estado de Igualdad, que ascienden a 100 millones de euros.