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Un empresario salobreñero de vacaciones en París pasa por el mal trago de los atentados

Emilio Cervilla se encontraba con su esposa y sus dos hijos dentro de Disneyland París. El parque cerró sus puertas y se quedaron aislados en el hotel en el que se alojaban.

Emilio Cervilla.
Emilio Cervilla.

Algunos vecinos y empresarios de la Costa Tropical han tenido que pasar por el mal trago que supone estar en el lugar de la tragedia en los momentos en que ésta se produce. Es el caso de Emilio Cervilla, propietario del Restaurante El Trasmallo de Salobreña.

Afortunadamente, Emilio no se encontraba en ninguno de los lugares de los atentados el viernes por la noche; aun así, él y su familia han tenido que soportar los cierres en organismos públicos, museos, instalaciones de recreo o restaurantes, además de los múltiples registros a que se han visto sometidos ya de regreso a España.

Emilio Cervilla se encontraba de vacaciones con su esposa y sus dos hijos en un hotel dentro del recinto de Disneyland París. No se enteraron de los que pasaba hasta que empleados del recinto se lo explicaron y, luego, a través de los canales internacionales de televisión. Pero sí sufrieron las consecuencias, ya que el parque de Atracciones cerró sus puertas y se quedaron aislados en el hotel en el que se alojaban. Y además sin la posibilidad de disfrutar de los columpios, puesto que hasta el miércoles no abrirá de nuevo sus puertas en cumplimiento con los tres días de luto decretados por el gobierno francés.

“Fue difícil explicárselo a nuestro hijo de diez años, que preguntaba porqué estaba sucediendo todo y que si todos los de fuera eran malos”, ha declarado a Radio Salobreña el conocido empresario salobreñero, quien reconoce que se han asustado mucho. “Por la noche había militares y policía en los alrededores de Disneyland, pero al día siguiente, sábado, el número se multiplicó. Señala que había mucha confusión entre los mismos empleados, que nadie sabía lo que iba a pasar, que la incertidumbre era grande. Afortunadamente, no sin antes pasar por un montón de registros, y a pesar de que al principio no teníanb claro si iban a poder acceder a su avión, “pensamos hasta en tomar un taxi hasta Barcelona y allí el AVE”, al final la familia ha podido regresar sin problemas.