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La Escuela de Hostelería de Salobreña cubre un año más todas sus plazas disponibles, superando las 180

Los no admitidos pasan a engrosar las listas de espera por si surgen nuevas vacantes. Entre el alumnado aumenta cada vez más el procedente de otras provincias andaluzas

Escuela de Hostelería de Salobreña
Escuela de Hostelería de Salobreña

La Escuela de Hostelería de Salobreña continúa con su línea ascendente que la está llevando desde su apertura a acoger cada año a mayor número de alumnos hasta agotar todas sus plazas disponibles. Es lo que ha pasado este curso, que a estas alturas está ya cubierto en todos los ciclos que oferta, los dos cursos del grado medio de cocina, los dos del de servicios en restauración y la FP básica, dirigida al alumnado que no ha acabado la ESO, que en el primer año estudia cocina y en el segundo, restauración.

Mañana se producirá una nueva adjudicación y en octubre la cuarta y última, que llevará aparejada la apertura de un nuevo plazo de matrícula. Es decir, que todas las plazas, más de 180, estarán cubiertas, pendientes de las vacantes que pudieran producirse y que serán adjudicadas a los aspirantes en lista de espera en función de sus respectivos expedientes y notas.

El jefe de departamento de la Escuela de Hostelería, Andrés Parra, destaca que el aumento de alumnado no es ya una novedad, pero sí que cada vez sean más los que proceden de otras provincias, lo que dice mucho del prestigio del centro salobreñero dependiente del IES Mediterráneo

“Yo creo que muchos optan por esta escuela porque estamos en zona costera y por tanto confían en tener más posibilidades a futuro de conseguir un empleo estable”, opina Parra. “Es, además una oferta muy atractiva, gracias en parte a la implicación del profesorado, que se esmera en fomentar las prácticas entre los alumnos y en solicitar, en aras de una más completa formación, solicitar otras posibilidades, como el módulo de pastelería o incluso de lavandería a fin de abarcar todas las posibilidades relacionadas con el tema”.

Eso, a medio o largo plazo. Lo que sí es una realidad es la oferta de cafetería y comedor. Esta última viene funcionando los últimos años, de manera que una vez a la semana se abre el restaurante al público para que puedan degustar los platos que elaboran los alumnos y ser destinatarios de sus servicios como camareros. “Así los chavales ponen en práctica lo que han aprendido, además de ir adquiriendo nuevas destrezas que les van a servir en su futura vida trayectoria profesional”, comenta el responsable de la Escuela.