El caudal para riego que concede la Agencia Andaluza del Agua resulta insuficiente para cubrir las necesidades de los cultivos, y ello genera importantes pérdidas.
El intenso calor que está castigando a la provincia durante este verano está siendo especialmente malévolo con la agricultura. No solo por el sacrificio que supone el trabajar la tierra bajo estas duras condiciones, sino especialmente por las carencias que están teniendo a la hora de regar los cultivos al aire libre que se encuentran en producción en esta época. El límite de caudal de agua para riego que concede la Agencia Andaluza del Agua a las comunidades de regantes resulta insuficiente para cubrir las necesidades de los cultivos en la vega, y ello genera importantes pérdidas en las cosechas. Una situación que entre otros sufren agricultores salobreñeros que se dedican a cultivos como judía, guisantes o lechuga.
Las comunidades que más sufren este problema son las que todavía no están modernizadas, que en la Costa Tropical alcanzan aproximadamente el 30 por ciento de la superficie de regadío. Pero, aunque en menor medida, también afecta a las que sí han modernizado sus sistemas, por no poder contar con un caudal que consideran mínimo para mantener sus plantaciones en esta época.
El verano pasado la Agencia Andaluza del Agua concedió un excedente de agua respecto al caudal establecido, que a grandes rasgos podría cuantificarse en un 20 por ciento, ya que cada comunidad de regantes tiene una dotación específica. Por ejemplo, la de Motril-Carchuna y Cota 200 tiene su límite fijado en 850 litros por segundo, aunque el año pasado, gracias a este plus, disfrutó de unos 1.050 litros por segundo, con lo que al menos consiguieron cubrir las necesidades mínimas, según explica su presidente, José Rodríguez García. Este último es también el titular de la Comunidad General de Regantes del Bajo Guadalfeo, que aglutina a las de toda la comarca, y no duda en destacar la necesidad de obtener un mayor caudal, y así lo están gestionando a través de la directora general de Infraestructuras y Explotación del Agua de la Junta de Andalucía, María Belén Gualda.
Si bien la agencia Andaluza del Agua tiene un caudal estipulado para las comunidades de regantes, el problema se presenta en temporada estival, ya que las temperaturas son más altas –y este año más aún por la ola de calor- y las plantas demandan mayor cantidad de agua, por lo que hay que regarlas con mayor frecuencia. “Otros veranos han sido más flexibles y nos han echado algo más de agua, pero este verano no hay forma de que lo hagan”, señala Rodríguez, quien destaca que el tema le fue expuesto a la directora general en una reunión que mantuvieron. La respuesta fue que la petición se plantee por escrito, de forma que ahora la solución está en manos de la administración.
El presidente de los regantes señala que “los agricultores somos los más interesados en mirar por el agua, pero tampoco es cuestión de no poder regar y que se pierdan las plantaciones en la vega”. Se muestra por tanto favorable al ahorro, pero “no puede ser que por ello los agricultores no puedan sacar sus plantaciones adelante”.
Ante esta situación, los regantes se plantean esperar una respuesta favorable hasta el mes de septiembre, y de lo contrario se muestran dispuestos a manifestarse, ya que se sienten maltratados por las administraciones.
José Rodríguez, presidente de la Comunidad General de Regantes del Bajo Guadalfeo, pide que “de una puñetera vez” se hagan las conducciones del sistema Béznar-Rules, y también que se lleve a cabo a la modernización de los antiguos riegos de Motril y Salobreña. Al final del verano señala que “haremos lo que haya que hacer” para reivindicar esta situación, por lo que para el mes de septiembre se podría producir alguna movilización que todavía no está concretada.
