La permuta de un solar de la playa con la Iglesia no incluirá finalmente la vivienda de la calle Brocal

· El Ayuntamiento iniciará gestiones para la adquisición de la ermita de Lobres

Uno de los asuntos tratados en el pleno ordinario celebrado ayer jueves fue la desafectación de un inmueble de titularidad municipal situado en la playa, que se aprobó definitivamente tras su aprobación provisional en enero, sin que se hayan presentado alegaciones. Esta tramitación se realizó con vistas a una futura permuta de ese solar con la Parroquia de Salobreña, a cambio de otros dos inmuebles: la Casa Grande y una vivienda situada en la calle Brocal.

No obstante, en esta última, según se planteó en el pleno del mes de enero, se encuentra alojada una familia, de forma que se ha desestimado la permuta por esa vivienda, debiéndose en este caso abonar la diferencia del coste de la parcela por parte de la Iglesia. Así lo ha explicado el alcalde Javier Ortega, quien manifestó en el pleno que “de ninguna manera íbamos a dejar a una familia en la calle”.

En este punto, el Partido Popular planteó en el pleno de ayer incluir en la transacción la ermita de Lobres, aunque el primer edil manifestó la imposibilidad de incorporarlo en este expediente. Es que la idea es solicitar los fondos europeos EDIL para la rehabilitación de la Casa Grande, cuyos plazos de solicitud son limitados y no habría tiempo para añadir esta modificación. No obstante, explicó Ortega, ello no impide continuar con las negociaciones con la Parroquia para adquirir la ermita.

Por su parte, desde Más Salobreña, Pedro Ruiz de la Rica planteó su postura favorable al acuerdo, una vez solventada la situación que afectaba a la familia que reside en la vivienda de la calle Brocal. En la misma línea se manifestó el portavoz del PP, Juan de Dios Márquez, y celebró la adquisición de la Casa Grande por parte del Ayuntamiento para revitalizar el Casco Antiguo.

El edil popular señaló que “queda en manos del equipo de gobierno el iniciar las gestiones para adquirir la ermita”, recordando que fue una donación de un antiguo alcalde. Y evidenció la carencia que tiene Lobres en cuanto a inmuebles para desarrollar actividades culturales, planteando que este edificio religioso serviría con ese fin.

El asunto fue aprobado por unanimidad de los corporativos.