La Asociación Vecinos por Lobres plantea quejas por el funcionamiento de la cantera situada en la localidad y las molestias que generan el polvo y las detonaciones que produce. Asimismo, reclama mayor seguridad en el Colegio Cervantes, que desde hace tiempo viene sufriendo robos y actos vandálicos, el último de ellos hace menos de dos semanas.
Los principales problemas que causa la cantera en el pueblo se relacionan con el polvo y la arena que desprende como consecuencia de las detonaciones y del tránsito de vehículos de alto tonelaje. Además, aseveran que las propias explosiones son “cada vez más potentes” y provocan continuos temblores que se advierten en las viviendas, como si se tratara de “pequeños terremotos”.
Francisco Ruano, presidente de la Asociación Vecinos por Lobres, afirma que la cantera incumple la normativa que marca que este tipo de instalaciones deben situarse a más de 2.000 metros de la agrupación de viviendas más cercana, y en este caso se sitúa al lado, quedando el colegio a unos 400 metros de distancia. Asimismo, afirman que el PGOU de Salobreña recoge que esa zona no es urbanizable ni está destinada a uso industrial, a la vez que la cataloga como zona de alto nivel paisajístico y visual. Ruano subraya además el “impacto visual negativo” que genera en un espacio turístico.
Recientemente se llevó a cabo una reunión entre vecinos, propietarios de la cantera y Ayuntamiento, donde se propuso elaborar un protocolo para que la industria pudiera continuar con su actividad, pero procurando que sea menos molesta. El planteamiento es avisar con antelación cuándo serán las detonaciones y regar los caminos para que no se levante tanto polvo. Francisco Ruano destaca que las partes han quedado emplazadas para reunirse en próximas fechas.
Si bien para esa reunión se convocó a los vecinos, Ruano afirma que la entidad que preside no fue convocada de forma específica. El colectivo tiene previsto reunirse próximamente para adoptar una postura conjunta respecto a la situación, aunque adelanta que su objetivo es “luchar por el cierre de la cantera” o cuando menos “que funcione, pero con algún tipo de control”.
Esta no es la única reivindicación que Vecinos por Lobres tiene actualmente sobre la mesa, ya que también clama por seguridad en el Colegio Cervantes de la localidad. En los últimos tres años se han producido allí distintos actos vandálicos y robos, el último de ellos hace menos de dos semanas. Al parecer son jóvenes que ingresan al centro, hacen botellón y realizan destrozos, pero en esta última ocasión han robado también equipos informáticos. Respecto al Colegio, también reclaman la sustitución de las ventanas, pues las existentes son muy antiguas y dejan entrar el frío.
Ruano asevera que la Asociación ha enviado diversos escritos al Ayuntamiento dando cuenta de la situación, a la vez que se han reunido con el concejal delegado de Lobres, pero afirma no haber recibido respuesta en la mayoría de los casos.
