El Partido Popular vuelve a tener desde ayer representación en el Ayuntamiento de Salobreña con la toma de posesión como concejales de Rafael Bosch y Juan de Dios Márquez Moya, que vienen a ocupar el puesto dejado vacante por los renunciantes Gustavo Aybar y José Casares. La formación pretende normalizar la situación del grupo municipal tras muchos meses, teniendo en cuenta que los ediles salientes llevaban tiempo sin asistir a los plenos antes de su dimisión.
Rafael Bosch, nuevo presidente del PP de la Villa desde el mes de enero, está iniciando su andadura en la política, mientras que Márquez Moya tiene ya una larga trayectoria, pues fue concejal de este partido durante varias legislaturas y cumplió funciones de gobierno al frente de áreas como Economía y Hacienda, Obras Públicas o la Concejalía de Lobres. Además, fue diputado provincial por el PP.
En su toma de posesión, los nuevos ediles estuvieron arropados por varios cargos de su partido a nivel provincial, incluido su presidente, lo que pone de manifiesto el respaldo a este nuevo proyecto y el “interés por Salobreña”. Así lo ha destacado Márquez, quien ha agradecido también la buena acogida que han tenido por parte del resto de miembros de la corporación.
El nuevo edil reconoce que ha sido un momento emotivo por “volver a mi casa” y por “sentarme para representar a los vecinos de mi municipio”. Por lo demás, señala que su política será de “mano tendida” hacia el gobierno en beneficio de los ciudadanos, y expresa que su partido tiene “vocación de gobierno”.
Márquez Moya admite que los dos ediles inician su andadura desde “una situación complicada”, pero tienen “muchas ganas de trabajar”. Explica asimismo que aún no está conformada al completo la directiva del partido, al que califica de “moderado”, por lo que tiene “las puertas abiertas para todo aquel que quiera participar”. Si bien matiza que “acaban de aterrizar”, afirma que hay cuestiones “evidentes” que mejorar en Salobreña, en temas como la limpieza o la seguridad.
