El alcalde Javier Ortega hace balance general de su primer año al frente del gobierno local

· Lo califica de “convulso”, aunque rescata diversas actuaciones y la búsqueda de nuevos yacimientos de ingresos

El pasado 17 de junio se cumplió un año desde el comienzo de la actual legislatura y de la elección de Javier Ortega como alcalde de Salobreña. Ha sido un año que él mismo define como “convulso” y “bastante más intenso de lo que esperaba”, teniendo como hito destacado el cambio de gobierno que tuvo lugar en el mes de noviembre, cuando se pasó de un tripartito a un cuatripartito.

En una entrevista mantenida esta mañana con Radio Salobreña, Ortega ha señalado que ese cambio en el equipo de gobierno ha “ralentizado bastante” el funcionamiento municipal, pues “hubo que hacer un reacople con los nuevos compañeros del equipo de gobierno”. A ello le ha sumado otros obstáculos arrastrados de la legislatura anterior, especialmente en el plano económico, considerando que la gestión en ese sentido “ha sido nefasta”, al no haberse aprobado ningún presupuesto municipal en cuatro años.

Como ejemplo, el primer edil señala que el nuevo contrato de limpieza no tiene cobertura presupuestaria, por lo cual se está haciendo muy difícil afrontarlo, lo que provoca “unos desajustes importantísimos”. Esta situación ha incidido que en esté “costando muchísimo” sacar adelante unas nuevas cuentas municipales, explica, aunque espera que en el presente mes de julio se pueda llevar finalmente a aprobación, sin especificar fecha.

A la hora de llevar a aprobación el documento han ido apareciendo además nuevas circunstancias que han obligado a modificarlo y a dotarlo de nuevas partidas. Espera que una vez aprobadas estas cuentas, las próximas puedan salir “más rodadas”.

Una vez producidos los cambios en el seno del gobierno municipal, el alcalde asegura que la relación entre los distintos partidos ha sido “bastante fluida” y que “los compañeros hacen la tarea bastante llevadera”, aunque matizando que “gobernar con un cuatripartito no es tarea fácil”.

Otro hito de este comienzo de legislatura ha sido la puesta en marcha del nuevo contrato de limpieza, cuestión que “está mejorando en muchos aspectos”, entre ellos el reciclaje, que además de su importancia medioambiental supone un ahorro para las arcas municipales. Añade que “poco a poco la limpieza de nuestras calles ha ido mejorando”, si bien admite que el servicio a prestar “todavía dista mucho de ser perfecto”.

A la hora de generar nuevos ingresos, Ortega afirma que “subir el IBI es muy fácil, aunque desde el equipo de gobierno nos negamos a hacerlo si no hacemos los deberes desde el Ayuntamiento”, refiriéndose al cumplimiento de las ordenanzas fiscales. Así, se está trabajando para comenzar a cobrar a las compañías suministradoras de servicios por el uso del suelo, vuelo y subsuelo del municipio, “que puede suponer un importante ingreso sin tener que tocar los bolsillos de los ciudadanos”.

También se han rescatado los convenios urbanísticos para ingresar por aprovechamientos pendientes, como por ejemplo el del TH1. Otros yacimientos de ingresos son los cobros de sanciones urbanísticas, medioambientales, tributarias o de tráfico, muchas de las cuales no se habían tramitado y suponen que el Ayuntamiento haya dejado de ingresar más de 600.000 euros al año.

Entre otros asuntos que ha destacado el alcalde de este primer año de gobierno se encuentra también la reapertura al público del castillo todos los días del año y también de la Oficina de Turismo; la revitalización de las asociaciones, como por ejemplo Acesa o la de Caballistas; el ensanche del camino de Santa Ana; o la apertura del parque La Fuente 2 y su integración a la trama urbana, algo que se pretende llevar a cabo también en el parque de enfrente, con todos los recaudos para la seguridad de los menores. La actuación ya realizada ha permitido también ampliar el patio de la Escuela Infantil.