La segunda temporada de La Hora Dorada del Castillo llegó anoche a su fin con la celebración de la última velada correspondiente al verano 2025. En total han sido trece, en las que se totalizaron unos 800 participantes, con una valoración final muy positiva por parte del área municipal de Turismo y Patrimonio del Ayuntamiento de Salobreña.
El balance favorable no radica solamente en el hecho de haber agotado todas las entradas disponibles, sino también por las opiniones recogidas de los propios participantes. Y es que la actividad no solo permite recorrer de la mano de un guía la Alcazaba de Salobreña -con toda la espectacularidad e historia que atesora-, sino también degustar exclusivas tapas elaboradas por restaurantes y chefs locales, marinadas con vinos granadinos. Y todo ello durante la puesta de sol, redondeando una magnífica experiencia para todos los sentidos.
La edil de Turismo, María Carmen Rodríguez Callejón, afirma que “a pesar de haber incrementado el número de días respecto al año anterior para poder atender el gran número de solicitudes, no ha habido entradas suficientes para poder dar respuesta a toda esa demanda”. La concejal ha expresado su satisfacción por “el éxito y la gran aceptación” que han tenido nuevamente estas veladas, que también “comparten los colaboradores y patrocinadores”.
Rodríguez Callejón ha anunciado que ya se está trabajando para la próxima edición de 2026, planteándose nuevas propuestas “para continuar mejorando la gran calidad que ofrece esta interesante actividad que “persigue promocionar a Salobreña como un destino de turismo gastronómico y patrimonial”.
La novedosa iniciativa, incluida en el programa ‘Salobreña para comérsela’, acaba de concluir su segunda temporada con una sesión bilingüe, en español e inglés, donde los aperitivos fueron aportados por el restaurante La Traviesa y los vinos por la bodega Señorío de Nevada. A lo largo del verano participaron además los restaurantes Mar Azul, Punta del Río, Cervecería Martín, La Resalá, Aráis, Cafetería Picasso, Gastrobar Barbas, Verdejo y Hotel Salambina, además de los chefs Raúl Cáceres e Ibra Romero. En cuanto a los vinos, fueron aportados por las bodegas Muñana, Méndez Moya, Vertijana, Pago de Almaraes, Cuatro Vientos, Calvente, Vilaplana, García de Verdevique, Haza del Lino y Cerro de las Cruces.