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Una medida judicial “cautelarísima” paraliza las obras que realiza Costas en Salomar 2000

La decisión no afecta a la remodelación del resto del paseo marítimo. El Ayuntamiento de Salobreña anuncia que iniciará el proceso de expropiación para hacerse con el solar.

Imagen del derribo del muro el mes pasado cedida por los vecinos de Salomar 2000.
Imagen del derribo del muro el mes pasado cedida por los vecinos de Salomar 2000.

A instancias de un grupo de vecinos de la urbanización Salomar 2000, un auto judicial ha dictado una “medida cautelarísima” que ordena la paralización de las obras que Costas ejecuta en los terrenos que ocupa esta comunidad de vecinos de la playa de Salobreña, a lo que se añade el “cese de la ocupación de la franja de terreno” y su reposición “al estado anterior”. Desde el Ayuntamiento ya han adelantado que se procederá a la expropiación forzosa del terreno.

La medida judicial se produjo el pasado viernes, momento en que las obras fueron paralizadas, aunque solo en el tramo correspondiente a la urbanización, y no en el resto del paseo marítimo. Si bien el auto reconoce la existencia de un convenio urbanístico entre la comunidad de propietarios y el Ayuntamiento de Salobreña, “se niega la validez” de este documento «al no haber sido ratificado” por la junta general de Salomar 2000 y alegarse que “se ha hecho por el presidente a título personal y en contra del criterio del resto de vecinos”.

El acuerdo que ahora queda sin efecto contemplaba la cesión a Costas de 1.071 metros cuadrados en primera línea de playa para incorporarlos al paseo que se está rehabilitando, y a cambio el Ayuntamiento compensaba a la urbanización con la donación de un solar de más de 2.200 metros en la parte trasera.

El proceso judicial fue iniciado por tres vecinos de Salobreña, aunque son muchos más los que apoyan la medida. De hecho, este fin de semana se celebró una junta general en la que 273 vecinos manifestaron su desacuerdo con la permuta promovida por el presidente, mientras que solo 43 se mostraron a favor, de forma que el convenio queda sin efecto al no haber sido ratificado. Así lo ha afirmado Sara Horcajo, vecina de Salomar 2000 y portavoz del grupo de vecinos contrarios a las obras que ahora se han paralizado.

Horcajo no pone en duda que la actuación del presidente haya sido en beneficio de la comunidad de propietarios, aunque señala que “debería haber convocado la junta extraordinaria mucho antes de que se derribara el muro”. De hecho, según esta vecina, en la junta de ayer anunció que dejará el cargo en la próxima asamblea ordinaria tras doce años.

La alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino, ha aclarado esta medida judicial es “provisional” que no entra en el fondo del asunto, y que se contempla de forma habitual en casos de este tipo para evitar que el posible daño sea mayor. La regidora ha lamentado esta acción por parte de los vecinos, pues afirma que el Consistorio ha querido equilibrar los intereses generales y los de la urbanización, ofreciendo a cambio un espacio público de más del doble de superficie. Al haber fracasado la esta vía, ahora se realizará un procedimiento de expropiación forzosa.

La acción del Ayuntamiento se planteará ahora como la recuperación de un espacio público, para posteriormente ponerlo a disposición de Costas. Añade que en principio se expropiará el mismo terreno triangular de 1.071 metros cuadrados, excluyendo la piscina de la urbanización; y afirma que el solar trasero, ahora que el acuerdo ha quedado desestimado, será vallado y no podrá seguir siendo utilizado de forma privativa por Salomar 2000.

El Ayuntamiento cuenta con un plazo de tres días para pronunciarse, por lo que ya se está preparando la información que se remitirá al juzgado, paralelamente al inicio del expediente de expropiación forzosa.