El Ayuntamiento puso ya en marcha su idea de pintar el mobiliario urbano del anejo para incrementar su atractivo turístico, aunque de momento se ha interrumpido por algunas críticas vecinales.
La Concejalía de La Caleta-La Guardia de Salobreña ha puesto en marcha un proyecto que venía barajando desde el año pasado con el objetivo de incrementar el atractivo turístico del anejo. Se trata de pintar en color azul el mobiliario urbano para acrecentar su carácter marinero y aportarle un toque mediterráneo al estilo de algunas islas griegas.
Pero como ocurre cada vez que se quiere innovar hay opiniones para todos los gustos. Están aquellos que se muestran de acuerdo con el cambio de imagen y con las posibilidades de futuro que puede significar, y los que no ven con buenos ojos que un pueblo tradicionalmente blanco renueve su aspecto de forma tan radical.
El proyecto consiste en pintar de color azul añil distintos elementos del mobiliario urbano como farolas, barandillas o bolardos. Además, se ha animado a los vecinos a que, si lo desean, pinten también sus balcones y otros elementos de sus fachadas de ese color, de modo que vayan en consonancia con los equipamientos públicos. De hecho, ya existen unas ocho viviendas en La Caleta que tenían previamente toques azules y marineros.
La iniciativa surgió del concejal delegado de La Caleta, Gabriel Jerónimo, quien la expuso en una reunión que mantuvo con unos setenta vecinos al poco tiempo de asumir el cargo. También se planteó en otras dos reuniones con menos participación, y no hubo voces en contra, según el edil.
Una vez iniciada la labor de pintura con trabajadores contratados a través del programa de exclusión social, se ha decidido interrumpir –a excepción de algunos remates pendientes- hasta ver cómo evoluciona la aceptación de la idea por parte de los vecinos. También ha influido el hecho de no contar ya con esos trabajadores, cuyo contrato era de corta duración.
Según explica Gabriel Jerónimo, concejal delegado de La Caleta, algunos detractores de la idea compararon esta iniciativa con la llevada a cabo en el pueblo malagueño de Júzcar, que fue pintado completamente de azul con motivo del estreno mundial de la película Los Pitufos en 3D. Pero Jerónimo asegura que “nada más lejos de la realidad”, pues de lo que se trata es de realzar la imagen del pueblo y añadirle atractivo turístico. Por cierto que, en el caso de Júzcar, sus propios vecinos decidieron en consulta popular que el pueblo permanezca por el momento pintado de azul al haber encontrado ventajas económicas y lúdicas sobre el tradicional blanco de cal. A día de hoy se promociona como “el primer pueblo pitufo del mundo”.
Jerónimo considera que los trabajos que ya se han realizado están dando sus frutos, y atribuye a ello el incremento en la actividad que están teniendo los bares de la zona.
