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Comienza la tercera fase de las obras de remodelación del paseo marítimo de Salobreña

Parte de los vecinos se han manifestado contra el derribo del muro de la urbanización Salomar 2000, pues afirman que no fue consensuada por el conjunto de los propietarios.

Imagen del derribo del muro cedida por un vecino.
Imagen del derribo del muro cedida por vecinos de la urbanización Salomar 2000.

La Dirección General de Costas inició el pasado miércoles la tercera fase de las obras del paseo marítimo de Salobreña con el derribo del muro perimetral delantero de la urbanización Salomar 2000, lo que permitirá la alineación del frente litoral y la recuperación del espacio público marítimo terrestre que venía ocupando esa urbanización de forma privativa.

Según el Ayuntamiento de Salobreña, esta actuación se lleva a cabo tras la firma de un acuerdo entre los representantes de la Comunidad y el Consistorio para la cesión del espacio, con la permuta de 1.071 metros cuadrados del frente marítimo por un terreno público en la parte trasera de más de 2.200 metros cuadrados, correspondiente a sobrantes de vía pública para espacios de equipamientos.

Sin embargo, ante el comienzo de las obras, muchos vecinos se han mostrado sorprendidos por el derribo del muro, pues afirman no tener conocimiento del acuerdo y que habría sido suscrito en forma unilateral por el presidente de la Comunidad de Propietarios.

La alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino, explica que había dos opciones para dar solución a este tema. La primera pasaba por un deslinde de recuperación del espacio público por parte de Costas, lo que suponía una expropiación de gran parte de la zona delantera de la urbanización y que supondría la pérdida de la piscina y de las pistas de tenis; mientras que la segunda vía era llegar a un consenso para la cesión del mínimo espacio necesario para la continuidad del paseo. Finalmente, Costas aceptó la propuesta mediadora del Ayuntamiento “al resultar mucho más ventajosa”, señala Rufino. Este espacio cedido por Salomar 2000, de forma triangular, incluye parte del jardín y una de las dos pistas de tenis, sin afectar a la piscina.

La alcaldesa recuerda que la situación actual deriva de las obras de emergencia que se debieron acometer en el paseo marítimo el pasado año como consecuencia de los temporales, y que ha supuesto tres actuaciones consecutivas, las propias de refuerzo del tramo final del paseo junto al río, una segunda de remodelación completa de esa misma zona, y esta tercera que incluye la recuperación del espacio público terrestre de la urbanización Salomar 2000 para alinear el frente litoral y poder continuar el arreglo integral del paseo, ya que también se ha modificado en su otro extremo, junto al Peñón, por lo que ya solo restaría el tramo central.

Pero el derribo del muro ha generado polémica entre los vecinos de la urbanización, pues muchos de ellos dicen no tener conocimiento de la actuación que se iba a realizar, y aseguran que en ningún momento se aprobó en asamblea. Por ese motivo, han comenzado a recoger firmas con la intención de paralizar la obra, y afirman que de ser necesario acudirán a los juzgados, pues no están de acuerdo con la permuta de terrenos. Añaden que el presidente de la Comunidad actuó por cuenta propia y que actualmente “no aparece por ningún sitio”.

Fuensanta Cortés, portavoz de este grupo de vecinos de Salomar 2000, explica que en la asamblea celebrada en agosto del año pasado, fuera del orden del día y en el apartado de ruegos y preguntas, el presidente solicitó autorización para negociar con el Ayuntamiento, que le fue concedido por los presentes. Por tanto, afirma que el presidente procedió a acordar la permuta de terrenos “sin que hubiera ningún consentimiento”.

Por una parte, estos vecinos critican las formas, señalando que las máquinas comenzaron la demolición a las 5 de la mañana, y que además se haga en pleno mes de julio, cuando hay muchas personas veraneando. Pero tampoco están de acuerdo con el intercambio de terrenos, que en principio parece favorable a la urbanización. Fuensanta Cortés asegura que su deseo es permanecer como hasta ahora, y que no les interesan unos terrenos en la parte trasera, aunque sean de mayor tamaño, donde supuestamente se construiría una pista de padel y un aparcamiento subterráneo. Las firmas que se están recogiendo serán presentadas ante el Ayuntamiento de Salobreña, la Dirección General de Costas y la administración de la Comunidad de Propietarios.

Desde el Ayuntamiento afirman que, tras el derribo del muro, se colocará una valla de seguridad y se procederá a la finalización de los trabajos para el arreglo integral del paseo por parte de la Dirección General de Costas. El Consistorio reconoce las molestias que pueden sufrir los vecinos y usuarios de la zona, aunque señala que era la mejor opción, ya que este tipo de actuaciones dependen de las partidas que Costas destina a mantenimiento, además de que tras la conclusión de la primera fase el verano pasado había quedado un tramo abierto sobre el que es necesario actuar para culminar esta obra.