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Cientos de vecinos de Lobres celebran la Romería de San Cayetano en el cortijo Vallejo

Desde la década de los 60 los propietarios de esta vivienda abren sus puertas para que cada 7 de agosto accedan a ella todos los que quieran venerar la imagen del santo. 

Imagen de San Cayetano.
Imagen de San Cayetano.

Los vecinos de Lobres han celebrado este viernes uno de los eventos festivo religiosos más importantes del año, con la romería al cortijo que alberga una imagen de San Cayetano. Durante toda la jornada cientos de personas acuden a la finca situada a pocos metros de la rotonda de entrada a la localidad para rendirle homenaje al santo, en un día de fiesta que se completa con la verbena que tiene lugar en la plaza de la Libertad, con una barra a beneficio de la cofradía lobreña del Santo Entierro.

El 7 de agosto es el día de San Cayetano y se vive de forma muy intensa en la Costa Tropical, especialmente a partir de la imagen más venerada de este santo que existe en la comarca, situada en la ermita de Jolúcar, en el municipio de Gualchos. Pero hace ya más de medio siglo que esa devoción ha echado una raíz en el municipio salobreñero, que a día de hoy se encuentra muy floreciente. Todo se debe a la imagen que se encuentra en el cortijo Vallejo, cuyos propietarios, Sacramento y José Vallejo, abren a todo aquel que quiera acercarse para venerarla.

Es que la historia de esta imagen de Lobres está íntimamente ligada a Jolúcar, puesto que en su día fue la imagen principal de esa ermita, hasta que fue reemplazada por la actual en la década de los años 60. Según los datos conocidos, esta última tuvo tres imágenes de San Cayetano. La primera fue una de madera que quedó destruida en la Guerra Civil, y su sucesora fue una de escayola, que es la que hoy se encuentra en Lobres. Esta se fue deteriorando con tantas salidas y manoseo de los devotos, por lo que se adquirió otra de madera, obra del imaginero Domingo Sánchez Mesa.

Al no saber que hacer con la antigua imagen, le ofrecieron quedarse con ella a Francisco Vallejo, miembro de la Hermandad de San Cayetano de Jolúcar y propietario de un cortijo en Lobres, donde la llevó. Su hija, Sacramento Vallejo, señala que entonces su padre nunca imaginó que la imagen llegaría a ser tan popular.

Tras buscar a un escayolista que la arreglara, Vallejo ubicó la imagen en un dormitorio de la casa. Como tenía a su cargo a muchos trabajadores, tanto en sus campos de cañas como en otras tareas, éstos cayeron en la cuenta de que no les ocurría ningún accidente laboral, algo muy habitual en la zafra, lo que atribuyeron a la protección de San Cayetano. Poco a poco y de forma espontánea la gente se iba acercando en romería a la finca, por lo que Francisco Vallejo se vio obligado a sacar la imagen a la puerta de su casa para que los romeros le rindieran culto. Un tiempo después habilitó como ermita una construcción situada junto a la casa donde colocó al santo, para no tener que sacarlo en cada ocasión.

Tanto Sacramento como José Vallejo han vivido fuera, pero desde la muerte de su padre se han visto obligados a continuar con la tradición, habiendo adquirido de forma tácita la responsabilidad de estar en el cortijo cada 7 de agosto para abrirlo al público. También el Ayuntamiento de la Villa colabora en la organización de la jornada, mediante el envío de sillas para colocar en el lugar.

Sacramento no recuerda exactamente la fecha en que el santo llegó al cortijo, pero sí que fue a comienzos de la década del 60. Desde entonces los vecinos de Lobres realizan su propia peregrinación de San Cayetano cada 7 de agosto, a los que se suman personas devotas de toda España que al oír la historia deciden acercarse. Por lo demás, la propietaria destaca el respeto que muestran todas aquellas personas que se acercan a la finca, cuyo comportamiento es ejemplar y con las que nunca ha tenido lugar ningún inconveniente. La tradición está al menos asegurada por una nueva generación, ya que los descendientes directos de los actuales propietarios también la viven de forma intensa.